El presidente indonesio Joko Widodo anunció este martes que envía a Suiza al presidente de la federación de fútbol para que trate con la FIFA el Mundial sub-20, previsto en el archipiélago pero cuyo sorteo fue anulado tras un llamado del gobernador de Bali para prohibir que compita el equipo de Israel.
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Previsto el viernes en Bali, el sorteo fue “anulado” por la FIFA. Un responsable del fútbol nacional ligó esta decisión a las declaraciones del gobernador de Bali, oponiéndose a la presencia de Israel en la competición. Ante esto, la FIFA no ha hecho ningún comentario al respecto.
“Envié al jefe de la PSSI (Federación Indonesia de Fútbol) Erick Thohir para que se encuentre con un equipo de la FIFA y estudie la mejor solución”, señaló este martes el presidente Widodo en un mensaje difundido en internet.
Widodo no precisó cuándo se producirá el encuentro ni con qué oficiales de la FIFA se entrevistará Thohir, que además ocupa funciones ministeriales en el país y que fue propietario del Inter de Milán.
Wayan Koster, el gobernador de Bali, había llamado al boicot del equipo de Israel debido a la política indonesia de apoyo a los palestinos, en una carta enviada al Ministerio de la Juventud y de los Deportes. La Copa del Mundo Sub-20, que reúne a 24 equipos, debe disputarse en varias ciudades del archipiélago del sudeste de Asia del 20 de mayo al 11 de junio.
Indonesia 2023, el primer Mundial para Israel
Es la primera vez que el equipo de Israel se clasifica para esta competición y el gobierno indonesio se comprometió a velar por la seguridad de todos los participantes.
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Indonesia, el país con mayor número de musulmanes del mundo, y el Estado Hebreo no mantienen relaciones diplomáticas. Los organizadores planeaban hacer jugar a la selección de Israel en Bali, isla con mayoría de población hinduista, para evitar los problemas, pero la oposición del gobernador cuestionó este proyecto.
A mediados de marzo, un centenar de manifestantes, simpatizantes de grupos musulmanes conservadores, protestaron en Yakarta contra la participación de la selección israelí. Responsables políticos advirtieron que Indonesia corría el riesgo de perder la organización de la competición y ser aislada por la FIFA si no resolvía esta cuestión.
Indonesia fue escenario de una de las peores catástrofes de la historia del fútbol. En octubre pasado, 135 aficionados perdieron la vida en una avalancha ocurrida en un estadio de la isla de Java. Las autoridades indonesias se esforzaron en restablecer la reputación del país, suspendido por la FIFA en 2015, debido a las interferencias gubernamentales en los asuntos de fútbol.