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Lester Godínez: "La marimba está olvidada por algunos guatemaltecos"

Hoy en Guatemala se celebra el Día de la marimba, hace una semana la Organización de Estados Americanos la reconoció como Patrimonio Cultural de América. El historiador de la marimba ha luchado para que la marimba tenga el lugar que se merece; aunque falta mucho por hacer, piensa que en el país no tiene el respeto que merece.

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Según el maestro, la marimba pudo tener sus orígenes entre 1543 y 1860 y añadió que su creación se pudo dar por el concepto de agrupación de tabillas. “Este concepto es algo que ya se hacía en África. De ahí podemos tomar una idea del inicio del instrumento. No hay evidencias arqueológicas de la marimba en la época prehispánica”, explica.

“Pienso que el inicio de la marimba de tecomates, que es de la primeras que se tiene conocimiento, fue porque los esclavos africanos que vinieron al país compartieron sus valores culturales por una comunicación universal, la melódica”, añade.

La evolución y el casi olvido del instrumento 
La marimba tiene su historia y su tradición. Fue evolucionando con el tiempo, de la de arco de tecomates hasta la forma en la que hoy se le conoce. Desde cómo la utilizó Juan Joseph de Padilla hasta la de doble tecla de Sebastián Hurtado y su nueva forma de musicalización . Un instrumento que armonizó los eventos más importantes y celebraciones en siglos pasados a ser relegada a los salones de baile.

La marimba solo es para los viejos

El concepto de la marimba orquesta se creó en la década de los cuarenta con el fin de imitar a las melodías populares que se escuchaban en ese entonces. “No fue una idea mala, ya que su intención era que la gente siguiera interesada en escucharla”, menciona. “El problema fue que se adaptó a un concepto de baile perdiendo mucho de su valor histórico”, explica.

Godínez cree que el interés se fue perdiendo cuando los jóvenes se interesaron más en escuchar rock en la década de los sesenta. “Recordemos que los jóvenes son los que continúan con las tradiciones. Pero si estos no se interesan, el concepto se pierde. La marimba no pudo asimilar este sonido y las melodías que interpretaba no eran de ese gusto juvenil”, asegura. 

Para lograrlo el maestro e historiador propuso en 1970 crear la marimba de conciertos. “Queríamos colocar el instrumento en un escenario para que se pueda apreciar y disfrutar. No queríamos que se siguiera viendo solo para bailar, la queríamos sacar de esa esquina y devolverle el honor”, menciona. 

“Ni los políticos la quieren”

Godínez pasó años luchando para que se le devolviera al instrumento su lugar. Que se respetara y las gestiones competentes le dieran la importancia al instrumento. “Gracias a la iniciativa que tomamos hace 40 años, la marimba fue tomando nuevamente un gusto en los guatemaltecos y se tuvo un resurgimiento”, menciona. “Pero siempre llegan personas que desconocen por qué están ahí las cosas y en especial por qué la marimba ocupa un lugar en las instituciones”, añade.

Godínez apunta que las personas que más deberían darle importancia a este instrumento son las que menos se interesan por él. “El problema que se acaba de vivir en el Palacio de la Cultura no es el primero. Cuando estuve en el Palacio Nacional de la cultura varias veces me tocó recordarles que iban a desalojar el instrumento nacional y el símbolo patrio. Tristemente, hoy, no tenemos un lugar para exponer tanta historia que guarda este instrumento”, asegura.

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¿Y quedará en el olvido?

El maestro también propuso un lugar que se dedicará al resguardo y el legado de la marimba. Este lugar es el Instituto Nacional de la Marimba. Un edificio que está en el Centro Cultural “Miguel Ángel Asturias”, que diseñó Efraín Recinos y que hoy está en ruinas. 

“No tenemos un museo para la marimba. No tenemos cómo explicar quién es Domingo Bethancourt Mazariegos, el creador de ‘Ferrocarril de los altos’ u otros nombres muy importantes desde Sebastián Hurtado, el creador de la marimba doble, hasta Floiran Rodas Santizo. Los grandes nombres de la marimba pasan, hacen su labor y de ahí se les olvida”, concluye.

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