Victoire Ma çon Dauxerre fue una de las 20 modelos más demandadas del mundo. Sin embargo, ella prefirió su salud y bienestar mental antes que otra cosa.
La modelo francesa que comía solamente tres manzanas al día y pollo o pescado una vez a la semana, compartió el martirio de ser modelo en un libro que va en contra de los cánones de la industria del modelaje.
Comenzó su carrera al ser descubierta a los 18 años por un ejecutivo de “Elite Models“, y desde ahí le pidieron que bajara de peso en dos meses, para llegar a la Semana de la Moda en Nueva York.
“Viajé y compartí un departamento con otras dos modelos, que no me hablaban porque estaban celosas de que yo era la más flaca. Cuanto más peso perdía peso, más éxito laboral tenía: me tomaron para 22 desfiles en Milán y París”, comparte la modelo en su libro “Jamás se es demasiado delgada. Diario de una top-mdel“.
La modelo también confesó que su pulso era demasiado débil, perdía pelo, tenía osteoporosis y tampoco tenía periodo menstrual.
Actualmente es una reconocida activista contra la anorexia y los trastornos alimenticios. Su libro va totalmente contra los cánones de belleza impuestos por la industria de la moda.