El origen del carnaval tuvo sus orígenes en la antigua Europa, los griegos y los romanos celebraban el inicio primavera y al dios del vino Baco. Los católicos adoptaron la fiesta pagana previa al inicio de la Cuaresma.
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La cuaresma son 40 días de abstinencia de ingesta de alcohol, carne y cualquier placer terrenal. La palabra carnaval viene del latín carne vale o carne-levare que significa “adiós a la carne” y hace referencia al período de guardar que empieza el Miércoles de Ceniza.
Los portugueses introdujeron el carnaval en Brasil, aunque en un principio se trataba de bailes de máscaras con música de vals y polcas como se acostumbraba en Europa.
La cultura africana tomó fuerza en el carnaval de Río de Janeiro, los esclavos africanos y sus descendientes participaban en la fiestas de los señores utilizando disfraces con plumas, piedras y plantas; además incorporaron sus propios ritmos africanos con tambores.
Suma colorida
Con el surgimiento de la samba, el Carnaval de Río se convirtió en una colorida fiesta quedando íntimamente ligado al estilo musical que nació en los barrios africanos de la ciudad donde los instrumentos de percusión, viento y cuerda se conjugan al unísono para dar vida a una ciudad donde millares de personas bailan por horas enteras.
Esto motivó a que grupos de personas se organizaran en clubes para demostrar su talento dando como origen a las Escuelas de Samba que compiten por el título de Campeón de Carnaval que se disputa durante los dos últimos días del desfile oficial en el Sambodromo.
