Tanto en la serie como en las películas de “Sex and the City” (Sexo en Nueva York), Carrie Bradshaw y Samantha Jones son mucho más que amigas. Sin embargo, en la vida real, Sarah Jessica Parker y Kim Cattrall han demostrado todo lo contrario.
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Desde 2004 se rumoraba sobre una mala relación entre las actrices, quienes desde entonces lo negaron y no dieron detalles sobre su amistad detrás de cámaras. Los fans de ambas se sorprendieron al darse cuenta de una vez por todas que en realidad ellas no se llevan bien.
La noticia sobre una nueva entrega emocionó al público, pero en una declaración, Parker habló sobre el rodaje de la tercera película de Sexo en Nueva York. “Se acabó. No lo vamos a hacer. Estoy decepcionada. Teníamos un guión precioso, divertido, desgarrador y con historia”, comentó.
Aunque Parker no reveló las razones por las que no se produciría el film, rápidamente surgieron rumores al respecto. Una publicación de Daily Mail aseguraba que fue gracias a las exigencias y demandas de Cattrall que se canceló la cinta.
La pelea
Según el medio, Kim le exigió a Warner Bros. que produjera otras películas realizadas por ella y que están en desarrollo desde hace algún tiempo. De no ser así, ella no aceptaría participar en el proyecto. La productora se negó a aceptar las condiciones impuestas por la actriz y terminó por cancelar el rodaje.
Esta noticia le generó muchas críticas negativas a Cattrall, quien no se quedó callada y dio su versión de la historia.“La única demanda que hice fue que no quería hacer una tercera película y eso lo dije en el 2016”, publicó en Twitter.
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Se defiende de las críticas
Durante una entrevista con Piers Morgan, Kim dio más detalles y habló sobre su co-protagonista.
“Es increbíle como puedes tener una mala reputación por algo que me he negado hacer durante casi un año. Aquí es cuando debo responsabilizar a la gente de Sexo en Nueva York, especialmente a Sarah Jessica Parker, creo que ella pudo ser más gentil”, comentó.
La actriz aseguró que no es una diva, como muchos la llamaron, y que no le agrada ser juzgada por algo que no ha hecho.
“La respuesta siempre ha sido no, un respetuoso y firme no. Nunca he pedido más dinero, no he pedido otros proyectos. Que me juzguen como una diva es ridículo”, agregó.