El 8 de septiembre, Valeria Mendoza perdió la batalla contra el cáncer en la sangre que le fue diagnosticado a finales de octubre de 2016. El nombre de la pequeña se hizo famoso gracias a Luis Fonsi, con quien grabó el comercial para Saint Judes Children's Research Hospital en Estados Unidos.
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Publinews platicó con Alejandra de Mendoza, madre de la pequeña, quien aún en medio de su dolor nos abrió su corazón y reveló más detalles.
Ella fue sometida a una serie de tratamientos en la Unidad Nacional de Oncología Pediátrica UNOP.
Recibió sus quimioterapias hasta febrero, cuando les dijeron que ya no contaban con más tratamientos para ella porque el cáncer que padecía era muy fuerte.
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Según cuenta Alejandra, UNOP les dio la opción del hospital estadounidense y sin dudarlo llegaron el 20 de marzo.
Durante su estadía conoció al cantante puertorriqueño, quien llegó para grabar un anuncio para pedir donaciones a oncología pediátrica.
"Luis Fonsi se enamoró totalmente de Valeria. Él la escogió a ella para el comercial y nos dijo que ella tenía un favor y una gracia especial que ningún niño tenía".
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No solo el intérprete quedó encantado con la niña, sino ella también. En un video, Valeria dice que Fonsi es "guapísimo y olía rico".
Cumplió un sueño
La pequeña fue sometida a un tratamiento experimental en el que trabajan los especialistas del centro médico estadounidense.
Dos días antes del transplante de médula ósea, que donaría su mamá, les dijeron que la enfermedad había regresado y que la ciencia ya había topado.
"Con mi esposo teníamos fe de que Dios iba hacer algo sobrenatural con ella, pero también queríamos vivir el día a día y decidimos llevarla a Orlando".
Tras pasar varios días con fuertes dolores, ella pudo disfrutar el viaje sin necesidad de morfina ni con ningún dolor.
"Ella cantó, disfrutó, bailó, incluso Universal Studios nos hizo un montaje para mostrarnos su apoyo y dijeron que se unían a luchar contra el cáncer".
La dura batalla y una promesa cumplida
El 4 de agosto, les dijeron que la enfermedad le había avanzado en un 70% y que tenían que decidir si regresaban a Guatemala o quedarse allá a esperar el final.
"Regresamos a nuestro país, le hicimos una fiesta y le celebramos su cumpleaños con todos sus amigos, familiares y amigos cercanos".
Semanas después ella empeora, pues el cáncer ya estaba en el cerebro.
"El mismo día que nos dieron el diagnóstico ella convulsiona y entra en un coma. Dos días después, el 8 de septiembre, decide partir".
"Estando en el coma, ella empieza a llorar. Yo sabía que se estaba despidiendo y que no quería irse. La cargué en mis brazos y le dije que se fuera con Jesús, que ella estaría bien y iría a un lugar donde podía jugar y salta y cuando le dije que un día estaríamos juntas ella da su último respiro".
Cuando Valeria pasaba por momentos críticos y veía a su madre llorar le decía que no lo hiciera pues ella todos los día pintaría un arcoíris para verla sonreír… Y lo ha cumplido.
"El día que ella falleció hubo una paleta de colores en el cielo, el 8 de noviembre enfrente de mi trabajo había un aroíris de nuevo. Ella esta cumpliendo su palabra y por eso yo voy a ayudar a otras familias que pasan por estos momentos difíciles".
Un camino por recorrer
"Con mi esposo nos propusimos crear conciencia acerca de la enfermedad y motivar a la ayuda de instituciones que luchan porque esta enfermedad se pueda combatir", afirma Alejandra.
La pareja desea crear la fundación Pintemos un Arcoíris por Guatemala para ayudar a más niños que se enfrentan al cáncer.
La guatemalteca nos contó que este viernes habrá un obra de teatro con el objetivo de recaudar fondos para la UNOP
"El día que Teco temió" se llevará a cabo en el teatro de Don Juan, a las 8:30 pm. El valor de la entrada es de Q70.
