Con la reciente noticia del catálogo de actrices que Televisa tenía para sus altos directivos y publicistas, un libro similar regresó a la luz con imágenes de modelos y actrices pero al servicio de Joaquín “El Chapo“ Guzmán.
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Fue durante un cateo en 2009 de una propiedad del capo en Tamazula, Durango, donde fue hallado un catálogo con fotografías y currículos de modelos y artistas, la mayoría de nacionalidad colombiana.
Ellas son:
- Maritza Rodríguez
- Ximena Erazo
- Katie Barberi
- Ángela Casas
- María Cecilia Sánchez
- Isa Córdoba
- Adriana Laiseca
- Diana González
- Carolina Acevedo
- Alexandra Serrano
- Mafre Yepes
- Yazmín Zivic
- Adriana Botina, Maritza Cano
- Katerine Escobar
- Gloria Montoya, son algunos de los nombres que aparecen en la carpeta.
Varias de las modelos eran representadas por la agencia de relaciones públicas de Colombia Élite Asociados.
Esto no quiere decir que las mujeres mencionadas hayan estado involucradas en actividades de tipo sexual con él, únicamente se sabe que sus fotografías hacían parte del catálogo.
Él también hacía sus elecciones
En 2016 la revista colombiana Semana publicó un reportaje sobre la red de prostitución en aquel país al servicio de uno de los amigos cercanos del capo, Darío Úsuga ‘El Otoniel’.
En este trabajo periodístico se dejaba en visto al amplía y compleja red de prostitución al rededor del capo, sus lugartenientes y amigos de confianza.
“Invierten millones de pesos en mujeres conocidas como prepagos (prostitutas), a las cuales llevan desde varias ciudades hasta los más recónditos lugares en la espesura de la selva en donde se esconden de la persecución estatal”, dice el reportaje de Semana sobre el modus operandi de estas agencias.
Asimismo, señalan que ‘El Otoniel’ y sus secuaces como El Gavilán, El Indio o Inglaterra acostumbraban abusar de niñas de 11 y 14 años de edad, a las cuales sometían con amenazas de hacerle daño a su familia.
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Para elegir a las chicas se hacían castings donde se les tomaban fotos para ser enviadas a Úsuga quien decidía si quedaban en el grupo o no. Este último tenía privilegios de elegir a la que más le gustara y las demás a sus segundos.
Cada servicio era recompensado con pagos de hasta 40 mil pesos mexicanos por cita.