Desde que salió el primera película en 2001, Harry Potter y La Piedra Filosofal, la fama de Daniel Radcliffe fue en ascenso.
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La historia del mago marcó a toda una generación, e indudablemente la franquicia sigue siendo tan poderosa
Esta saga inspirada en los libros de J.K. Rowling también tuvo un impacto muy importante para los protagonistas, pues a partir de este momento serían los rostros más reconocidos de la pantalla grande.
El después
Al terminar con las ocho películas sobre los estudiantes de Hogwarts, cada uno de los actores tendría que enfrentarse a uno de los más grandes retos: Deshacerse del personaje.
Este fue un proceso difícil, y ha habido actores que fracasan en el intento pues terminan encasillados con un personaje y el público siempre los verá como tal.
En el caso de Radcliffe, inmediatamente después de dar vida al mago se puso en acción para quitarse su uniforme de mago y guardar la barita mágica.
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El actor inglés encontró la manera adecuada de demostrarse a sí mismo y a la audiencia que es capaz de hacer papeles totalmente distintos y que no necesita de grandes franquicias para sobresalir.
"Quería deshacerme de Potter porque mi preocupación era mostrar mi versatilidad como actor, pero ahora, creo que es solo una parte de cómo escojo los papeles. No quiero repetirme, porque eso no es divertido para mí, pero no porque sea parte de un plan grandioso para continuar alejándome de Potter", confesó en una entrevista.
Una vez que se dio cuenta que podía hacerlo siguió su camino y lo ha logrado bastante bien, prueba de ello son películas como "La Dama de Negro" donde ya se presenta como un hombre maduro.