El estilo de vida de la realeza siempre ha causado bastante polémica y un debate entre quienes lo apoyan y quienes creen que es “anticuado”. Ciertamente muchas mujeres sueñan con la idea de convertirse en princesas, principalmente gracias a las decenas de películas románticas de Hollywood.
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La verdad es que pertenecer a la familia real puede ser un poco más complicado de lo que parece, al menos para Kate Middleton y ahora para Meghan Markle, quienes deben seguir estrictas reglas de etiqueta, comportamiento y protocolo.
Las esposas de los príncipes William y Harry han tenido que acoplarse a las reglas. Por ejemplo, no pueden trabajar y devengar un sueldo y no pueden tener muestras públicas de afecto en público. Es decir, no pueden besar ni abrazar a sus parejas si hay otras personas presentes. Tampoco pueden tener redes sociales, entre otras cosas.
La Duquesa de Cambridge ha demostrado que tiene un carácter bastante fuerte y que está dispuesta a romper ciertas reglas, aunque esto pueda molestar o enfadar a la reina Isabel II.
No le importa ser criticada
Estos protocolos han generado varias críticas y hay quienes aseguran que son machistas. A Kate no le ha importado romper con algunas de ellas.
Por ejemplo, Middleton no teme demostrarle su cariño en público a su esposo. Esto es algo que usualmente la reina no ve con buenos ojos y muchos creen que es una de las razones por las que Isabel II prefiere a Meghan Markle.
Mientras estuvieron en la universidad, los paparazzi sorprendieron en varias ocasiones a Kate y a William en varias fiestas, algo que no está bien visto en una pareja real. Además, a ella le gusta usar faldas y vestidos cortos, aunque a la reina no le gusten. Recordemos que para la realeza, estos deben ir debajo de la rodilla.
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Kate ha sorprendido a sus seguidores al demostrar que puede vestir a la moda con prendas de bajo presupuesto e incluso ha confesado que ha comprado su ropa en tiendas como Zara. Sin embargo, también ha sido criticada por sus gastos excesivos en ropa de alta costura y de diseñadores famosos.
Algo que sus fans le han felicitado, aunque no sea propio de la realeza, es que Kate decidió cuidar ella misma a sus hijos. A la duquesa no le gustan las niñeras ni las institutrices. Incluso se le ha visto regañar a sus hijos.
A pesar de sus actitudes “rebeldes”, ha sabido ganarse el apoyo y el cariño del resto de la familia real y del público.