Luis Miguel, la serie se convirtió en una de las favoritas del año gracias al morbo que se genera conocer la vida de uno de los ídolos más herméticos del espectáculo.
Sin duda, el éxito de la serie sirvió para que el intérprete, que se encontraba en un periodo que muchos consideraban de decadencia, regresara a la cima del mundo.
Ésta también puso en la mira a Diego Boneta (Luis Miguel), Camila Sodi (Érika) y Óscar Jaenada (Luis Rey), quienes fascinaron al exigente público con sus interpretaciones.
Lo propio ocurrió con Anna Favella, la actriz italiana que logró ponerse en la Marcela Basteri, madre de Luis Miguel y quien desapareció sin dejar rastro, hace 30 años.
Favella de 34 años nació en Roma, Italia, y aunque desde el principio logró cautivar con su impecable interpretación, asegura que para ella fue todo un reto ponerse en la piel de Marcela.
Es claro que la desaparición de Marcela fue parteaguas en la vida de 'El Sol' pues nunca supo qué pasó con ella (aunque en la serie se da a entender que sí). El caso siempre estuvo presente debido a que el cantante siempre hizo mención de su madre, pero la serie volvió a ponerlo en la mente de todos.
Marcela sólo apareció un par de veces frente a las cámaras y salvo a las fotos familiares, en realidad no se tiene registro de ella; ni de cómo se movía, ni de cómo hablaba. Lo que se sabe es por los recuerdos de amigos y familiares de los Basteri-Gallego, así como por la forma en la que Luis Miguel la describe hasta con la mirada.
Hoy, parece imposible separar la figura de Favella con la de Marcella pues según cuenta, hasta el propio intérprete vio la luz de su madre en ella. Sin embargo, antes de todo ello, la actriz lucía completamente diferente, sin el cabello rubio, ni de corte ochentero.
Y es que aunque recién la conocemos en Latinoamérica, la actriz italiana tiene una impecable carrera en su natal Italia, siendo una de las favoritas, tanto en televisión como en teatro.
Porque sí, es de esas actrices que hacen TODO para meterse en el papel de sus personajes, desde teñirse y cortarte el cabello hasta cambiar el color de sus ojos y aprender otro idioma.
*Con información de Nueva Mujer.