Como tercera adaptación al cine del libro infantil “How the Grinch Stole Christmas!”, de 1957, el Grinch de Illumination Entertainment tuvo que ser un poco diferente.
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Pero el codirector de “The Grinch” Scott Mosier le admitió a Publinews Internacional que, mientras intentaba hacer una película única, ahondando en la motivación y la historia de la criatura verde y gruñona que desprecia la Navidad, todavía “en realidad empezamos con el libro”.
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“Queríamos comenzar el viaje desde el principio y la verdad emocional central del libro. Cómo la bondad y la empatía pueden curar y transformar a las personas. Sabíamos que eso estaba ahí y teníamos que incluirlo”, dijo el cineasta.
“También sabíamos que ser un grinch no es solo un personaje, es una idea. Puedes ser un grinch. Tú puedes ser descrito de esa manera. Así que sabíamos que queríamos hacer una película que no tirara esa idea por la ventana porque queríamos ser originales”, agregó.
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Una voz perfecta
También ayudó que, poco después de empezar a trabajar en “The Grinch”, Mosier y el otro codirector Yarrow Cheney, adquirieran el talento de Benedict Cumberbatch para hacer oír su voz de gruñón titular.
Pero Cumberbatch es el primero en admitir que el papel vino con su propio y único conjunto de desafíos.
“Es una forma tan extraña de trabajar, pero la forma en que evoluciona con el tiempo está llena de nuevos e interesantes retos. Hacer clic de nuevo en él cuando tienes tantas otras cosas, como proyectos y vida, es lo más grande”, expresó el intérprete.
“Estás haciendo muchas tomas. Porque estás cubriendo mucho tus bases con animación porque nunca sabes hacia dónde se va a dibujar”.
Acciones “grinchy”
Cumberbatch confiesa que no todo fue color de rosa durante la producción del filme animado: “Lo más ‘grinchy’ que me puse fue cuando los productores llamaban y decían: ‘Los animadores han hecho esto. Y realmente necesitamos que hagas esto en 10 días’”.
“A veces era un aviso muy precipitado y yo decía: ‘Chicos, ¿no podemos hacer esto un poco más tarde? Tengo vacaciones. Tengo otro proyecto’”. Y ellos respondían: “No, no, no, no, Tenemos que hacer esto ahora. Eso fue hace como un año, y yo solo podía pensar: ‘Vamos, tenemos un año para hacer todo esto’”.
El instinto de Mosier de que Cumberbatch era la única opción para interpretar “The Grinch” dio sus frutos en poco tiempo, ya que al instante añadió una riqueza y profundidad que permitió que la película explorara un lado diferente del personaje.
“Benedict tiene la habilidad de ser divertido y dar esta actuación emocional que no hemos visto en muchas películas animadas”, explicó Mosier.
“Sabíamos que podía crear la sinceridad y la emoción necesaria para el Grinch”, añadió el codirector.
