Alejandro Sanz está más que listo para reunirse con su familia en las fechas navideñas y disfrutar de una enorme cantidad de guisados como potajes, dulces y pestiños que cocinan sus tías.
Sanz vive la mayoría del año en Miami, donde tiene su estudio de grabación, pero para Navidad viaja a España a su rancho cerca de Madrid, al que llegan unos 90 miembros de su familia, incluido el “Ejército de Salvación” de sus tías con sus grandes ollas.
Sanz está en contra de los celulares en las mesas de las comidas familiares. Contó que hace poco, en el cumpleaños de un amigo, se vio obligado a abandonar el suyo por petición del festejado, que decomisó los aparatos de todos los invitados.
Para el músico, el asunto del ensimismamiento por los celulares no es un mal generacional, pues afecta a personas de todas las edades, pero sí considera que hay que aprender a ponerle límites.
En parte ese es el mensaje de su nuevo sencillo “No tengo nada”, lanzado el viernes y cuyo video, que supera ya 12 millones de vistas en YouTube, retrata el distanciamiento que puede tener una persona con quienes están justo a su lado, creando una falsa ilusión de soledad.
“Nosotros estamos momentáneamente ocupando las cosas, pero las cosas no son nuestras, lo único nuestro son las emociones y las vivencias, y las personas que tenemos cerca”, añadió.
"No tengo nada"
El video del tema, filmado en Miami, tiene una estética muy estadounidense. Dirigido por el catalán Jaume de Laiguana (quien también ha trabajado con artistas como Malú, Shakira y Carlos Vives), presenta imágenes como un “diner” o cafetería, una casa rodante y una lavandería donde las personas no se miran entre sí. Sanz y Laiguana, quienes habían trabajado previamente en los videos del álbum de 2003 “No es lo mismo”, se inspiraron en las pinturas del estadounidense Edward Hopper.
“Me parecía muy importante que fuera luminoso”, dijo Sanz, ganador de 18 Latin Grammy y tres Grammy. “Esa estética es patrimonio de la humanidad prácticamente, por eso cuando vas a ciudades como Nueva York ya te parece que las conoces aunque no las conoces; porque forman parte del imaginario nuestro”.
Sanz, quien va vestido de negro con un saco de cuello mao en el video, actúa de manera similar a los ángeles de la película “Wings of Desire” (“Las alas del deseo”) de Wim Wenders, tocando a los personajes y uniéndolos.
“No tengo nada” formará parte del próximo álbum de Sanz, cuyo lanzamiento está previsto para el 2019.