Todo este 2018 fue año trascendental para Khloé Kardashian; así como tuvo momento felices, también los más dolorosos.
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Inició como una mujer felizmente enamorada de Tristan Thompson, un popular jugador de baloncesto que la ayudó a convertirse en madre.
Durante los primeros meses mostró parte de su embarazo, y compartió con sus fans que vivió cada etapa al máximo.
Todo parecía un verdadero cuento de hadas, se sentía plena y las cosas marchaban en orden; hasta que llegó su último mes de embarazo.
Días antes de dar a luz, se filtraron una serie de vídeo y fotografías que vinculaban al padre de su hija con una diferentes bailarinas y strippers.
La mejor venganza
El golpe fue tan duro que su embarazo se adelantó; sin embargo, ella tomó la decisión de no alejarse del atleta.
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Prefirió mantenerlo cerca para seguir una relación sana de padres, esto le valió muchas críticas de parte de sus millones de seguidores. Pero ella tenía un plan.
Para sentirse mejor consigo misma decidió tomar cartas en el asunto y aplicó de inmediato una dieta en la que cortó por completo los carbohidratos por orden de su nutricionista, contrato a un entrenador y empezó a consumir más frutas.
La proteína y el café negro son dos fijos en su dieta, su regla de oro es comer siempre después de entrenar.
Con todo esto consiguió lo que ella denomina "Cuerpo de venganza", con el que tortura al padre de su hija del que se ha distanciado como pareja en los últimos meses.
