El 31 de agosto de 1997 y con apenas 36 años, la amada princesa Diana se vio involucrada en un terrible accidente de auto que acabó con su vida. La investigación arrojó que la princesa viajaba a alta velocidad en un Mercedes S-280, tras abandonara el Hotel Ritz de París, donde se encontraba con el empresario Dodi al Fayed.
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El vehículo se estrelló contra un pilar en un túnel debajo del puente de Alma alrededor de la medianoche. A pesar de que se pensó que se trató de un ataque planeado, se concluyó que el conductor iba en estado inconveniente, además de que aceleró al tratar de huir de los paparazzis que los perseguían.
Al Fayed y el chofer murieron al instante, Diana murió a causa de las heridas en un hospital cercano, horas más tarde y el guardaespaldas Trevor Rees-Jones, se convirtió en el único sobreviviente.
De acuerdo con Joan Hanger, una terapeuta consultada por la propia Diana en 1994, ella estaba teniendo visiones que la dejaban "perpleja y preocupada" noche tras noche.
La princesa llamaba desde el Palacio y Hanger pasaba horas analizando lo que podría estar ocurriendo. Aunque no todos creen que los sueños tienen significados o mensajes particulares, Hanger dijo que lo que diana le contó, tenía un gran peso en lo que estaba pasando.
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"La princesa Diana creía en sus sueños. Volar es un sueño e imaginarse llegando a otro lugar es común, pero Diana a menudo soñaba que caía y que luego volaba", explicó Hanger en una entrevista.
La ruptura del matrimonio de Diana y Carlos y su lucha contra las enfermedades mentales y alimenticias también se reflejaban en sus sueños. "Soñaba con ropa rota y que las cosas iban mal. Realmente no podía entenderlo, pero una vez que comenzamos a hablar a través de los símbolos, comenzó a tener sentido para ella".
De acuerdo con la interpretación de Hanger, los sueños sobre ropa desgarrada denotan cosas que te desgarran y vacío, algo que realmente pasaba con Diana. Hoy, es difícil no relacionar este tipo de sueños con la pesadilla que estaba viviendo con la Familia Real y el escrutinio público.
Pero el sueño más aterrador y recurrente que tenía la princesa era el de estar en un funeral. Uno podría inclinarse a ver esto como una especie de premonición, la princesa murió en un accidente automovilístico en agosto de 1997, sin embargo, Hanger no lo interpretó como algo siniestro.
"Fui al palacio con ella y ella le dijo a [el mayordomo] Paul Burrell y yo: 'Anoche soñé con un funeral"", recuerda. "Dije: 'Su Alteza, eso es ridículo … pero si así fue, creo que es la muerte de su matrimonio'. Ella pensaba que se trataba del funeral de la reina Isabel".
* Con información de Karen Hernández.