“Velvet Buzzsaw” no es una película de terror.
Seguro que tiene la sangre, las piezas fijas y los sustos que definen el género, pero su escritor y director Dan Gilroy insiste en que se trata realmente de un “thriller satírico” que se desarrolla en un museo, un lugar que siempre le ha atraído.
“Estuve en un museo contemporáneo una noche cerca de cerrar con todo este extraño arte y pensé que este sería un buen lugar para escribir un thriller”, le dice Gilroy a Publinews Internacional. “Entonces encajó.”
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Gilroy insiste en que su principal deber con “Velvet Buzzsaw”, que gira en torno a las pinturas de un artista desconocido recientemente fallecido que persigue y asesina a los altos mandos del mundo del arte, era hacerlo entretenido.
Pero también admite que hay mucho subtexto burbujeando debajo de la película, especialmente cuando se trata de la batalla del arte y el comercio, ya que es un firme defensor de que el arte es más que una mercancía y que los artistas invierten su alma en sus obras.
“La calidad del trabajo no se juzga por el número de visitas, la cantidad pagada o los clics. El éxito no disminuye tu trabajo, pero no lo define. Le deseo a cualquier artista todo el éxito comercial del mundo. Pero esta mercantilización del arte, esta idea de comprar arte como una inversión, encerrarlo todo para que nadie pueda verlo solo para aumentar el valor, la idea de mirar algo y decir: ‘Oh, esto hizo 80 millones de dólares, esto debe ser importante’. Espero que la gente se aleje de ese concepto”, afirma Dan.
“Entiendo que los artistas quieren que su arte sea mostrado. Quieren que sea grande. Pero cualquier artista que esté luchando, que nunca pierda de vista lo que aprendiste de él y nunca pierda de vista que aunque solo una pequeña cantidad de gente lo vea, sigue siendo muy relevante. La belleza es su propia razón de ser, y es algo que hay que cuantificar”, añade el director.
Gilroy vio “Velvet Buzzsaw” como la oportunidad perfecta para casar estas ideas. Pero también quería asegurarse de que la película tuviera un toque humorístico y satírico que evitara que se secara.
Gilroy también tenía el talento de Jake Gyllenhaal, con quien colaboró anteriormente en “Nightcrawler”, para elevarlo y ayudarlo. Pero, ¿qué es lo que le entusiasma tanto a Gilroy de trabajar con el actor nominado a un Óscar?
“Jake no tiene miedo y quiere que las cosas lo desafíen. Cuando empecé a crear el personaje, sabía que sería un reto. Eso fue orgánico en esta historia. Espero que Jake tenga una nueva visión de algo que no has visto antes. Sabía que Jake iba a clavarle los dientes, porque Jake quiere probarlo todo, ver adónde va, y esa es una cualidad definitoria de nuestra relación”, puntualiza el director.
* Con información de Gregory Wakeman.