Archie Harrison Mountbatten-Windsor, el hijo de Meghan Markle y el príncipe Harry, nació en el centro privado Hospital Portland, en el barrio londinense de Westminster, según han revelado este viernes medios británicos a partir del certificado de nacimiento del niño.
Hasta ahora, los felices papás habían tratado de mantener en secreto el lugar donde nació su primer hijo y los detalles del personal médico que atendió a la duquesa durante el parto.
Además de ser revelado el certificado, este deja ver que a la hora del registro la exactriz se auto nombró princesa y esto ha generado mucha polémica.
Meghan, que dio su nombre como "Rachel Meghan, Su Alteza Real La Duquesa de Sussex", en el bloque de ocupaciones del nombrado registro de nacimiento de su hijo puso: "Princesa del Reino Unido".
Las críticas de inmediato inundaron las redes sociales; sin embargo, se aclaró que esta situación es normal y que lo mismo hizo Kate Middleton cuando ha dado a luz a sus hijos.
Medios internacionales aclararon que el título oficial de ella es el de "Duquesa de Sussex", pero cuando se casó con Harry, técnicamente se convirtió en "Su Alteza Real, la princesa Harry de Gales", por lo que es una "princesa" en el documento.
Pese a esto, oficialmente nunca será nombrada así, ya que se casó con un miembro de la familia real y no nació en ella.
Bajo reglas arcaicas, ella requiere "sangre real" y la Reina tendría que revertir siglos de tradición para que la ex actriz fuera conocida como princesa.
Más detalles
Archie, séptimo en la línea de sucesión al trono británico y octavo bisnieto de la reina Isabel II, nació a las 5:26 horas de la mañana del 6 de mayo, con un peso de 7 libras y 3 onzas.
Pasadas las 12:00 de ese día, el palacio de Buckingham informó a los medios sobre el nacimiento, y detalló que la Reina, de 93 años, y su esposo, el duque de Edimburgo, de 97, así como los duques de Cambridge y otros familiares estaban "encantados con la noticia".
A diferencia de otros alumbramientos reales, Harry y Meghan decidieron que en su caso el parto no se anunciara con antelación, sino que se confirmara a posteriori, para evitar una congregación de medios de comunicación frente al lugar del nacimiento.
Dos días después, ambos presentaron a su hijo en el castillo de Windsor. La pareja se mostró muy emocionada por la llegada del niño y luego compartió una imagen del momento en que la reina de Inglaterra conocía a su octavo bisnieto.