La Catedral Metropolitana de Monterrey fue el lugar en el que finalmente Edwin Luna y Kim Flores se dieron el "Sí, acepto".
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Ante sus familiares y amigos más cercanos, el cantante y la modelo guatemalteca se juraron amor eterno. La pareja, en compañía de sus hijos, recibieron la bendición ante el aplauso de los presentes.
Ellos tiraron la casa por la ventana. Los ahora esposos celebraron por todo lo alto su enlace matrimonial junto más de 500 invitados.
En los clips se vieron los ostentosos detalles que engalanaron la parranda que estuvo llena de alcohol, bailes exóticos y mucha música.
Tras la lujosa fiesta, Edwin y Kim han pasado unos días junto a su familia antes de irse a su luna de miel. En una foto que subió la modelo aparece acompañada de su hijos.
"Mis niños hermosos", escribió en sus historias.
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Lo que más llamó la atención es que por primera vez ella se deja ver con su primogénito Elián, quien vive con su abuela paterna en la Ciudad de México.
Ella lo tuvo cuando tenía 18 años, y según reveló la mamá de Kim, el niño nació con autismo porque durante su embarazo se la pasó en la calle “bebiendo”.
Se casó por interés
Los días previos y posteriores a la boda, han estado empañados por las declaraciones de la señora Becky Colombani, quien aseguró que su hija se casó por interés y hasta la llamó “paloma negra”.
"Ella no tiene corazón, piensa solo en ella", dijo Colombani en un video publicado en sus redes sociales. Sin embargo, en una entrevista exclusiva con “Un Nuevo Día”, la señora reveló que su hija sufrió alcoholismo y que le gusta humillar a la gente por su posición social.
“Es una ‘paloma negra’ porque es mala, ella no es la hija que yo tuve”, señaló la señora Becky, y aseguró que sí fue invitada a la boda, pero no quiso ir porque su hija le puso algunas condiciones que ella no estuvo dispuesta a aceptar.
