¡Escándalo! Durante décadas Plácido Domingo ha intentado presionar a mujeres para que tener relaciones sexuales con él, prometiendo empleos y en ocasiones tomando represalias contra quienes lo rechazaban, así señala la denuncia que nueve mujeres interpusieron contra él.
PUBLICIDAD
Es considerado como uno de los mejores cantantes de ópera de todos los tiempos, es también un prolífico director de orquesta y director de la Ópera de Los Ángeles.
Sin embargo, sus acusadoras y otras personas de la industria dicen que hay un lado problemático en el hombre de 78 años, y un secreto a voces desde hace tiempo en el mundo de la ópera.
Ocho cantantes y una bailarina dijeron que sufrieron acoso sexual del superastro español a lo largo de tres décadas a partir finales de la década de 1980, en ocasiones en compañías de ópera en las que él ocupaba puestos de alta dirección.
Una de ella reveló que él metió la mano dentro de su falda, y otras tres dijeron que forzó besos húmedos en la boca en un vestuario, una habitación de hotel y una cena de trabajo.
"Una cena de trabajo no es rara. Que alguien intente agarrarte la mano durante una cena de trabajo es raro, o que te ponga la mano en la rodilla es un poco raro. Siempre te estaba tocando de alguna manera, y siempre besándote", dijo una de las cantantes.
PUBLICIDAD
No solo ellas
Además de las nueve acusadoras, otra media docena de mujeres dijo que las proposiciones sexuales de Domingo les hicieron sentir incómodas. Una cantante dijo que le pidió varias veces salir en una cita tras contratarla para cantar una serie de conciertos con él en la década de 1990.
La agencia de noticias AP habló con casi tres docenas de otros cantantes, bailarines, músicos de orquesta, personal técnico, maestros de canto y administradores, que dijeron haber presenciado comportamiento inapropiado de índole sexual por parte del artista, y que perseguía a mujeres más jóvenes con impunidad.
Domingo no respondió a preguntas detalladas de AP sobre incidentes concretos, pero emitió un comunicado en respuesta.
"Las acusaciones de estas personas no identificadas, que se remontan hasta 30 años, son profundamente preocupantes, e inexactas tal como se describen", indicó.
"Aun así, es doloroso saber que puedo haber molestado a alguien o haberles hecho sentir incómodas, sin importar cuánto tiempo haya pasado y pese a mis mejores intenciones. Yo creía que todas mis interacciones y relaciones fueron siempre bienvenidas y consensuadas. La gente que me conoce o ha trabajado conmigo sabe que no soy alguien que dañe, ofenda o avergüence a nadie a propósito", añadió.
"Sin embargo, reconozco que las normas y estándares por los que se nos mide hoy -como debe ser- son muy diferentes de lo que eran en el pasado. He tenido la bendición y el privilegio de haber tenido una carrera de más de 50 años en la ópera y me atendré a los estándares más altos".