Amanda Bynes fue una de las actrices juveniles preferida en el 2000, era guapa, simpática y estaba en la cima del éxito.
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La estrella de Nickelodeon saló a la fama en el cine con títulos como "Big Fat Liar", "What a Girl Wants" o "She´s the Man", y conquistó crítica y taquilla cuando en 2007 interpretó a Penny Pingleton en el musical Hairspray.
Sin embargo en 2010 se despidió de la actuación con su último papel en la cinta "Easy A", su carrera quedó destruida por los conflictos con las autoridades, problemas mentales y sobre todo el consumo de drogas.
A los 27 la pusieron bajo la tutela de sus padres nuevamente después de querer incendiar a su perro y tras hacer comentarios de querer matar a sus progenitores.
Ha trabajado mucho en su rehabilitación. Padecer esquizofrenia fue lo que causó su breakdown, pues ganó mucho peso y su rostro sufrió algunos cambios.
Reaparece
Nueve años después la celebridad abrió su cuenta de Instagram y a aparecido con un nuevo look y es evidente que con varias libras de más.
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Y aunque de momento solo tiene 4 publicaciones, sus fans esperan que este retorno de la californiana a sus 33 años suponga también su vuelta a las pantallas.
Su primera publicación es una selfie espejo con un emoji de cara de beso como título. En la foto, tiene el cabello rosado y un piercing en la nariz.
Se confiesa
El año pasado ella posó para la revista “Paper” y destapó las razones de su caída en las drogas y el alcohol hace cuatro años.
Luego de un largo tiempo en rehabilitación, Amanda decidió dar a conocer la verdad. “Estoy muy apenada y avergonzada de las cosas que dije e hice. Todo lo que trabajé durante mi vida, lo arruiné a través de Twitter”, afirmó la actriz de Hollywood.
En la entrevista, la actriz afirma que está sobria desde hace cuatro años y que actualmente está inscrita en el Instituto de Diseño y Mercadotecnia de Moda. Asimismo, expuso que pronto lanzará una línea de ropa.