A pesar de que fueron pareja hace más de 30 años, Pamela Anderson y Jon Peters sorprendieron anunciando su divorcio a tan solo 12 días de haberse casado.
Ahora, el efímero marido de la playmate no ha tardado en responder a las acusaciones de la exBaywatch sobre su supuesta faceta de controlador.
En cambio, el productor aseguró que la actriz se casó con él solo para pagar sus deudas.
“Todo lo que han contado desde su entorno es una mentira”, asegura Peter en PageSix, donde explica que no fue él, sino Pamela, la que pidió por SMS que se casaran.
“No hace falta decir que cuando me llegó su mensaje todo me pareció un sueño a pesar de que en ese momento yo estaba comprometido con otra mujer que se iba a mudar a mi casa en breve”, relató.
“Yo lo dejé todo por Pamela. Ella tenía deudas por un valor de más de 200.000 dólares que no podía afrontar, así que yo se las pagué. Y esto es todo lo que he recibido a cambio como agradecimiento. No hay nadie más tonto que un viejo tonto”, agregó.
Las dos caras de la historia
Según fuentes cercanas a la actriz, la relación se terminó porque él era un manipulador. Algo que él niega y revela que él mismo fue quien le solicitó el divorcio en un mensaje de texto.
“Todo este asunto del matrimonio con abogados y deudas me ha asustado. Me hizo darme cuenta de que a los 74 años necesito una vida tranquila y sencilla”, explicó.
Pese a la situación actual, el productor no descarta seguir trabajando con ella en la película Private Dancer que están preparando y así se lo hizo saber en el mismo mensaje que le envió a su ahora ex.
“Puedo seguir queriéndote dándote una nueva carrera”, habría indicado el productor a Anderson tras el divorcio.