Después de la escandalosa separación de Pamela Anderson y Jon Peters tras 12 días de matrimonio, algunos medios especularon que la actriz habría aprovechado su relación con el magnate de Hollywood para pagar algunas facturas pendientes.
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Sin embargo, ella misma ha salido a desmentir dichas afirmaciones.
“No necesito que nadie pague mis facturas, soy dueña de una casa de 10 millones de dólares en Malibú que se ha alquilado durante casi dos años… Eso cubre más que todas mis facturas y gastos”, explicó en entrevista con el diario canadiense Ladysmith Chronicle.
No obstante, la actriz canadiense admitió haber recibido un generoso gesto de Peters tras su separación: 100 mil dólares.
Y es que, al ser cuestionada al respecto, Pamela confirmó que su exesposo le envió un cheque diciéndole que "no tenía resentimientos".
Anteriormente el diario local había consultado con Michael Ullman, administrador de Anderson, sobre dicha suma y él había señalado que su clienta decidió invertir el dinero en bienes inmobiliarios en su natal Ladysmith, Canadá.
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La otra versión de la historia
Anteriormente, Peters aseguró a medios internacionales que el interés de la boda sí fue por dinero, por parte de Anderson.
“Todo lo que han contado desde su entorno es una mentira”, aseguró el magnate en PageSix, donde explica que no fue él, sino Pamela, la que pidió por SMS que se casaran.
“No hace falta decir que cuando me llegó su mensaje todo me pareció un sueño a pesar de que en ese momento yo estaba comprometido con otra mujer que se iba a mudar a mi casa en breve”, relató.
“Yo lo dejé todo por Pamela. Ella tenía deudas por un valor de más de 200.000 dólares que no podía afrontar, así que yo se las pagué. Y esto es todo lo que he recibido a cambio como agradecimiento. No hay nadie más tonto que un viejo tonto”, agregó.