Después de 18 días en cuidados intensivos en Los Ángeles, los médicos que trataban al actor canadiense Nick Cordero, gravemente enfermo con el nuevo coronavirus, le amputaron la pierna derecha porque un coágulo permanente bloqueó la circulación de la sangre.
PUBLICIDAD
Su esposa, la también actriz Amanda Kloots, recurrió a su cuenta de Instagram para dar a conocer el estado de salud de Cordero.
En varias de sus historias ha relatado cómo ha sido su evolución.
VIDEO
Este es uno de los oscuros descubrimientos de la pandemia: la enfermedad de Covid-19, que inicialmente se creyó que era una afección respiratoria virulenta, ataca mucho más que a los pulmones. Se ha comprobado que otros órganos, como los riñones, resultan afectados.
Los coágulos en los vasos sanguíneos pueden sofocar las extremidades. Cuando se forman en las venas de la pierna (flebitis), pueden subir hacia los pulmones, bloquear la arteria y detener su actividad (embolia pulmonar). En el corazón, pueden causar un ataque cardíaco y si llegan al cerebro, un derrame cerebral.
Todos estos escenarios se han observado en pacientes con Covid-19 que no tenían factores de riesgo aparte de haber contraído el nuevo coronavirus.
PUBLICIDAD
¿Caso raro?
En el centro médico NYU Langone, Shari Brosnahan, una reanimadora especializada en pulmones, le dijo a la AFP que este caso es raro. Pero el número de pacientes a los que los coágulos le suben por las venas se duplicó durante la pandemia en casos críticos.
La relativa juventud de algunos pacientes es una sorpresa.
Brosnahan tiene actualmente a dos pacientes en torno a los cuarenta años en cuidados intensivos, uno de los cuales corre el riesgo de perder una mano y el otro, las dos manos y los dos pies.
"Los dedos a menudo pueden desarrollar gangrena seca", explica.
Normalmente, para estos casos se administran anticoagulantes como la heparina. Pero no siempre funciona y a veces causa hemorragias internas, como en Cordero, según su esposa, quien informa a sus fanáticos en su cuenta de Instagram.
"Esta coagulación no es como la coagulación regular", dice la doctora.
Muchos tienen "microcoágulos", dice, "hasta los capilares", que son los vasos sanguíneos más pequeños. Imposible operar este caso, a diferencia de los coágulos grandes en un pulmón o cerebro. La amputación suele ser la única solución posible.
Un artículo reciente realizado en Holanda para la revista Thrombosis Research encontró que el 31% de 184 pacientes sufrieron complicaciones trombóticas, una cifra que los investigadores calificaron de "notablemente alta", incluso aunque las consecuencias extremas como la amputación son raras.