Carlos Peniche pasó de ser un galán de telenovelas a vivir en la calle, pues al quedarse sin dinero, ni trabajo, su vida cambió radicalmente.
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Fue en 2017 que las cámaras de Ventaneando captaron al actor sobreviviendo de lo que la gente le daba. Él mismo confesó que comía los alimentos que desechaban de tiendas cercanas destinados a la basura y que para ganar un poco de dinero cargaba mercancía en las calles.
Además tenía el rostro desfigurado tras haber sido golpeado por delincuentes mientras dormía.
Aunque proviene de una familia de actores, el sobrino de Arturo Peniche e hijo de Alejandra tenía tiempo de no pasar sus días en los foros de televisión por sus problemas con el alcohol.
“Mi mujer me quitó el dinero, me quitó la casa; me quitó 250 mil pesos en efectivo, me quitó las tarjetas. Mi mamá está en Los cabos, mi tío Arturo en Miami; mi tío Flavio en Estados Unidos también. ¡Todos están perdidos!”, reveló en esa ocasión.
La vida del galán cambió
A más de un año y medio de haberse rehabilitado y dejado el vicio, Carlos Peniche reveló que estaba muy feliz.
El cambio fue drástico. Se puso una dentadura nueva, cambió su peinado, compró trajes y su rostro se deshinchó tras dejar de abusar del alcohol.
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Medios mexicanos revelaron que él ha estado alejado de la televisión pero ha vuelto a las calles para ayudar a aquellos que pasan por la misma situación que él pasó.
Además, en un video de YouTube se muestra haciendo un comercial para el despacho de contadores López y Asociados.
“Estoy agradecido con la vida, me siento inmensamente grande con esta oportunidad que se me dio. Soy un testimonio real de un cambio drástico. Es una bendición estar sobrio”, declaró al borde del llanto para TV Azteca.
