Emily Ratajkowski se cruzó con Olivia Wilde por primera vez desde que fue captada besando a Harry Styles en las calles de Tokio, en marzo de este año.
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Si bien es cierto que la modelo y la actriz tenían una relación amistosa, las tensiones entre ellas aumentaron después de que la top de 31 años saliera con el ex de su supuesta amiga.
Emily decidió lucir un vestido de Tory Burch con una versión moderna de un flapper de la década de 1920. Completó su conjunto con un maquillaje de tonos oscuros y ondas voluminosas que se diseñaron en un peinado mitad arriba, mitad abajo y envuelto en un lazo negro.
Mientras que Olivia mostró su abdomen recortado y su cintura tonificada con un vestido blanco de cuello alto con deslumbrantes detalles dorados mientras posaba en la alfombra.
El vestido fluyó en una elegante falda y la estrella lució sus mechones en suaves ondas. Su maquillaje era impecable y metálico, con un par de brillantes aretes que completaban el look.
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Esto dijo la modelo
Emily Ratajkowski decidió romper el silencio sobre las imágenes que se hicieron virales de ella y Harry Styles besándose en las calles de Tokio, Japón, seis meses después de que él se separó de Wilde.
Mientras hablaba sobre la locura que se desató en Internet por su apasionada “sesión de besos”, la supermodelo, de 31 años, admitió que no creyó que sería acusada de romper el “código de las chicas” al ser relacionada con el ex de su amiga.
“No esperaba que esto sucediera, pero creo que, en general, hay una razón por la que ciertas celebridades viven en Los Ángeles, contratan seguridad y no van a restaurantes públicos”, mencionó Emily, en entrevista con Vogue España.
Ratajkowski, quien solicitó el divorcio de Sebastian Bear-McClard en septiembre después de cuatro años de matrimonio, admitió que ha sido “muy extraño tener ciertas experiencias” que “todo el mundo” se entera y comenta en línea.
Además, expresó que “esta es la primera vez en mucho tiempo” que “estoy en una etapa de citas”. También comentó que se sentía “mal por Olivia”, por experimentar el denominado s**t shaming en varias ocasiones.
