Rumer Willis, la hija de Bruce Willis y Demi Moore, siempre ha tratado de tener un contacto directo con sus seguidores y ser ella misma quien revele detalles y aspectos de su vida, entre ellos su reciente maternidad.
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La actriz y su novio el cantante Derek Thomas dieron la bienvenida a su primera hija el pasado mes de abril a quien llamaron Louetta. A través de su Intagram reveló la feliz noticia.
“Louetta Isley Thomas Willis, eres pura magia. Nacida en casa el martes 18 de abril. Eres más de lo que jamás soñamos”. Ella dio a luz en la bañera de su casa con un parto natural donde estuvieron presentes su madre y sus dos hermanas, Tallulah y Scout.
Tres meses después del nacimiento de la pequeña, ella ha compartido una imagen a través de Instagram mostrando lo orgullosa que se siente de su cuerpo y mostrándose completamente desnuda frente al espejo.
“Este cuerpo hizo un humano desde cero… y se ve y se siente un poco diferente ahora, pero estoy realmente asombrada todos los días cuando miro a mi hija y veo su sonrisa o miro su cara perfecta y los pequeños dedos de los pies y la forma en que sus ojos se iluminan cuando se despierta por la mañana y reconoce mi cara”. “Ella es el amor de mi vida”, ha asegurado.
Palabras de la actriz
“Pasé tantos años tratando de moldear y moldear este cuerpo con lo que yo pensaba que era deseable o me hacía sentir bien en la ropa”, ha continuado.
“Es un poco más suave y redondo y blandengue y diferente y eso está bien, más que bien es un poco increíble porque creció una persona dentro de él. Este pequeño ser que amo con una intensidad y un asombro que alcanzan nuevos niveles cada día”.
“Sé que mi cuerpo todavía se está reajustando, pero sea cual sea la forma en que termine, estoy agradecida por todo lo que hizo y sigue haciendo”, ha expresado Rumer Willis.
“En el proceso de transformación en curso, estoy agradecida por cada giro y cada cambio. Mis pechos, podrían ser más grandes y tal vez siempre seguirán a la deriva hacia abajo, pero qué regalo y privilegio que puedan nutrir y proporcionar alimento a mi Lou. También son una fantástica almohada mientras dormimos.
Mis caderas y mi barriga, ahora más suaves y redondas, acunan a mi hija en seguridad, calor y amor. La belleza más profunda que he sentido en mí misma emerge de recordarlo a diario, para no rechazar estas partes de mí, sino simplemente abrazarlas y darles una gratitud”.