Robert De Niro se presentó en un tribunal de Nueva York, en medio de un caso civil que lo acusa de hostigar y sobrecargar a su exasistente ejecutiva.
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La acusación de Graham Chase Robinson, quien presentó su demanda después de renunciar en 2019, incluye alegaciones de chistes sexuales y la tarea de rascar la espalda del actor como parte de sus responsabilidades.
El ganador de dos premios Óscar, se mostró combativo bajo el interrogatorio de Andrew Macurdy, abogado de su acusadora, tachando las acusaciones de “tonterías”.
“Le pedí que hiciera cualquier cosa dentro de lo razonable, dentro de los límites de su trabajo”, expresó De Niro en el tribunal.
El testimonio de ayer se centró principalmente en las horas de trabajo de Robinson y su afirmación de que debía estar disponible en todo momento, incluso durante días festivos, cumpleaños y fines de semana.
De Niro insistió en que las horas de trabajo de Robinson eran “civilizadas” y que sólo la llamaba en horas inusuales en situaciones de crisis.
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El actor también ha presentado una contrademanda contra Robinson, alegando que ella abusó de una tarjeta de la empresa para gastos personales y vacaciones. La confrontación en el tribunal no sólo trata sobre las acusaciones de acoso laboral, sino también sobre presuntos abusos financieros y malversación de fondos.
Robinson también agregó: “Trabajó para De Niro durante 11 años, creó discordia y drama en la oficina, fabricó quejas contra otros empleados y culpó a otros por su comportamiento”.
Ante esto, la defensa de Robert alegó que Robinson siempre fue bien tratada, solo que ella consideró que “siempre pensó que merecía más” y que era “condescendiente, degradante, controladora, abusiva. Ella siempre se hizo la víctima”.
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