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Jorge de León Duque, titular de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), afirma que se debe trabajar en mejorar el Sistema Penitenciario. Agrega que es vital la separación de reos y que una manera de evitar el hacinamiento es establecer quiénes deben ir a prisión.
¿Cuál es el diagnóstico que hace la Procuraduría de los Derechos Humanos en el Sistema Penitenciario (SP)? Si algún tema hemos seguido muy de cerca es el del Sistema Penitenciario. Desde que asumí el cargo, en 2012, se ha priorizado. Pero tristemente ha servido muy poco. Han sido recurrentes nuestra preocupación y las llamadas de atención a las autoridades, pero seguimos viendo que las condiciones son nefastas. No hay ni siquiera un SP que busca la reinserción de los privados de libertad. Hay, sí, una perversión en donde los propios reos, no de ahora, tienen el control de las prisiones. Reflejo de esto es lo que hoy estamos viendo. Es inaceptable que durante este año van más de 70 muertos en las diferentes cárceles del país. Pareciera que a nadie le importa. Con esta realidad, seguimos con la alerta de que tragedias, peores a la que ocurrió hace unos días, puedan repetirse. Además, estamos revolviendo a aquel que tuvo una riña o que se robó un celular con mareros, con sindicados de asesinato. Estamos contaminando a toda la población. No es la solución solo la construcción de más prisiones. Por ejemplo, tiene que haber más abogados del Instituto de la Defensa Pública Penal para agilizar los casos, más presencia del Ministerio Público, con que los jueces no sean carcelarios, ya que por cualquier cosa están pidiendo cárcel. En derecho penal, la característica principal es que la prisión sea la última opción. Debe ser la última medida que un juez tome como muestra de un castigo. Para aquellos que no sea necesaria su permanencia no se les debe enviar, solo los estamos contaminando.
¿Ha tenido acercamientos con el Organismo Judicial por el tema de la saturación de las cárceles? Sí. Hemos tenido pláticas con los magistrados, pero por respeto a la independencia judicial, es un tema complicado, ya que ningún magistrado le puede ordenar a los jueces que tome cierta decisión sobre algún caso. Hay conciencia de los magistrados, pero en aras de esa independencia no pueden dar una orden. La prisión debe ser la medida extraordinaria, no debe ser la regla. La regla debería de ser que aquel que cumpla con los requisitos en ley vaya a su casa y esté sujeto a presentarse a los tribunales a firmar libros. Además, eso le permite una convivencia diaria con la sociedad.
Según el seguimiento que le han dado al SP, ¿cómo se encuentran las cárceles ubicadas en los departamentos? En iguales o peores condiciones. La constante es que en todas el control lo tienen los privados de libertad. En muchos casos, en la mayoría, hay colaboración de los guardias penitenciario, hay mucho dinero de por medio. Eso lo podemos evidenciar con las cosas que ingresan. Es inconcebible que entren celulares, armas, estufas, entre otros. Esto nos pone de manifiesto que hay corrupción, y que involucra a reos y a las autoridades. Hay hacinamiento y condiciones infrahumanas
En cuanto a lo que sucedió hace unos días en Pavón, ¿nos puede dar su punto de vista? Desde el momento en que sucedieron los hechos, la PDH estuvo presente. Es más, nuestro defensor del debido proceso, Gerardo Villamar, acompañó en todo momento con las autoridades del SP. Estuvimos preocupados y tratando de dar apoyo en el tema de los derechos humanos. Hubo un monitoreo constante de lo que sucedió. Logramos algunos datos que nos están apoyando para nuestra investigación. Desde que se conoció esa tragedia rechacé lo acontecido. De hecho, el primer día que pasó eso, ya que algunos hablan de que no estuvimos, obtuvimos información de que los guardias aplicaron un protocolo y se encerraron en el área administrativa, porque no pudieron hacerle frente a los privados de libertad. Lamenté y condené la muerte de esas personas. Allí estuvimos y seguimos estando. Mientras continuemos con esas condiciones, el Sistema Penitenciario seguirá siendo una bomba de tiempo y, tristemente, hechos como los que ocurrieron seguirán.
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¿Cómo avanza la investigación que realiza la PDH? Es muy complejo, hay temor y desconfianza de los privados de libertad. Seguimos recabando datos, hicimos solicitud de informes circunstanciados de las autoridades y, tomando en cuenta todo esto, espero que en unos ocho días hábiles tengamos resultados.
¿Por qué cree que el SP es una bomba de tiempo?
Si no ponemos atención y, si no se toman decisiones rápidamente y acciones, pueden suceder otros hechos. El propio hacinamiento no ayuda en nada y, en donde el control no lo tiene el Estado, es indudablemente un enorme riesgo en donde una tragedia pueda suceder.