“Voy a decir lo que pasó en Las Dos Erres en Petén” dijo el militar retirado Santos López Alonso ante la Jueza de Mayor Riesgo A, Claudeth Domínguez, en la audiencia por la masacre en el parcelamiento Dos Erres, Las Cruces, Petén, ocurrida en 1982.
El exintegrante del Ejército aseguró ante la juez que no cometió ningún asesinato, en cambio, aseguró que protegió a un niño. También dio detalle de cómo fueron asesinados los campesinos en el lugar.
Justificó su presencia en las Dos Erres al ser agregado a una patrulla para recuperar fusiles que habían sido robados por la guerrilla.
“No maté, estoy limpio”, reiteró en su defensa el militar retirado a quien el Ministerio Público (MP) pide que sea ligado por el delito de asesinato.
Señala a sus excompañeros
En su testimonio aseguró haber visto como el teniente Sosa Orantes, así como los soldados Rosales y Vicente “mataban a la gente”.
El militar retirado dijo que a algunos les daban golpes en la cabeza con almáganas y a otros les lanzaban granadas. “Hubo violaciones que comenzaron a las 4 de la mañana”, relató.
Santos López Alonzo dijo que se llevó a un niño de nombre Ramiro a quien le dio estudio y agregó que “el teniente Rivera Martínez” se hizo cargo de otro.
La matanza fue cometida entre el 6 y el 8 de diciembre de 1982, durante el régimen militar de Efraín Ríos Montt (1982-1983). Santos López fue deportado desde Estados Unidos el 10 agosto de este año.