César Augusto González Arroyo, quien fuera comandante de los Bomberos Voluntarios durante 16 años, negó los señalamientos de fraude en su contra que ha presentado el Ministerio Público (MP) en la audiencia de primera declaración.
Ante el Juzgado Octavo, la Fiscalía expuso que González Arroyo participó junto a otras cuatro personas, entre ellas el jefe de talleres y la extesorera de la institución de socorro, en una serie de compras anómalas que ascendieron a Q1 millón 98 mil 532.
Se trata de un hallazgo de la Contraloría General de Cuentas que detalla que fueron 25 compras, durante 15, de lubricantes y repuestos a la empresa Lubricentro GT 40, S. A., cuyo propietario es el hijo de la extesorera.
El excomandante evadió la práctica de cotización y licitación, ya que habría adjudicado tres compras de manera directa, arriba de los Q90 mil, contraviniendo la Ley de Contrataciones del Estado, explicó Ana Elena Guzmán, subsecretaria del Ministerio Público (MP) .
La Fiscalía solicitó que sea ligado a proceso penal.
Previo a la, José Sierra, de dicho cuerpo de socorro, le notificó a González Arroyo la suspensión a los Bomberos Voluntarios.
Cuando se dio a conocer el caso, dicho cuerpo de socorro emitió un comunicado en el que aclaró: “Las consecuencias son responsabilidad personal de los hoy consignados a los tribunales”. Al mismo tiempo, le pidieron “al pueblo de Guatemala la comprensión respectiva”.
El resto de los sindicados son:
- Telma Leticia de León Godínez (excontadora y extesorera de Bomberos Voluntarios)
- Raúl Arturo Chanquín Toc (jefe de talleres)
- Luis Diego Sales de León (empresario)
- Gabriela Virginia Figueroa Dávila