Transitar por las calles de la ciudad se ha vuelto una odisea tanto para los peatones como para los conductores, quienes viven con pánico el día a día al exponerse a ser víctimas de despojos.
En este sentido, en el Ministerio Público (MP) se reporta que el año pasado hubo siete mil 683 robos y los hurtos alcanzaron ocho mil 862; ambos delitos suman 16 mil 545 denuncias únicamente en la ciudad.
PUBLICIDAD
“Es lamentable la situación que se vive en la calle, las pasarelas son un atentado”, comenta Glendy Tzaj, ama de casa.
Las autoridades indican que los robos y hurtos se enfocan en tres objetivos: celulares, documentos de identificación y, por último, bolsas, carteras o billeteras. Un robo es cuando se ejerce violencia y el hurto es cuando la víctima no está presente.
Zonas afectadas
En este sentido, los entes de investigación indican que las zonas donde se concentra la mayor cantidad de ilícitos son la 1, 3, 7, 9, 10, 11, 12 y 18. En estas ocho zonas de la ciudad existen puntos más vulnerables por la aglomeración de personas y el congestionamiento vial, como El Guarda, El Trébol, avenida de la Reforma y Calle Martí, entre otros.
“Los robos siempre están a la orden del día, aunque uno ande a pie o en vehículo”, Alfredo Calel, comerciante.
Difícil investigación
Julia Barrera, vocera del MP, explica que por cada denuncia se inicia una investigación; sin embargo, reconoce que es complejo individualizar a la persona que delinque debido a que no hay cámaras de vigilancia en todas las calles y avenidas.
En el caso de estos delitos, el ente investigador explica que los autores no pertenecen a estructuras criminales, sino que operan de forma individual y aislada en los sectores mencionados.
“Siempre se anda con temor, uno sale de su casa y no sabe si regresará a salvo”, Candida Derás, ama de casa.
El director de la Policía Nacional Civil (PNC), Nery Ramos, dijo recientemente que solo está activo el 25 por ciento de las más de seis mil cámaras de seguridad contratadas para apoyar en tareas de vigilancia.
El problema con el 75 por ciento de las restantes es por la deuda por Q1 mil 200 millones en cinco contratos con empresas privadas.