Sebastián Marroquín tuvo que dejar de ser Juan Pablo Escobar luego de estar cercado por su pasado familiar: ser hijo de Pablo Escobar lo persiguió incluso cuando se fue de Colombia, acuciado por los rivales de su padre y se exilió en Argentina. Pero luego afrontó ese pasado y decidió llevar un mensaje de paz.
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Aquí se le puede ver reunido con la Comisión de Justicia en México, hablando sobre la prohibición de las drogas y el legado de su padre.
De ahí en adelante, procuró no volver a esconderse y a tratar de cambiar el legado de su padre. Para eso fundó la línea de ropa Escobar Henao, que vende camisetas y jeans. Y también escribió el libro “Pablo Escobar, mi Padre”, con el que ahora recorre todo el mundo, explicando por qué su progenitor no es un ejemplo a seguir.
Ahora, en una entrevista con el periódico británico “The Independent“, Juan Pablo cuenta cómo se dio cuenta de que el camino tomado por su padre era destructivo: “Pude haber sido un Pablo Escobar 2.0, pero preferí ser decorador”, afirmó.
En la misma entrevista contó cómo el tráfico de drogas destruyó a su familia. En la galería verán más detalles de lo vivido por él al lado de su padre y cómo lo ve hoy el mundo gracias a él.
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