En 2009, un escándalo sacudió a la iglesia ya que el Padre Alberto, famoso por sus programas de televisión y radio donde compartía mensajes a los jóvenes, sorprendió a sus seguidores cuando salieron a la luz unas fotografías besándose con una mujer, que luego se reveló es de origen guatemalteco.
Al abandonar el catolicismo, Alberto Cutié anunció que decidía amar a una mujer y seguir al mismo tiempo al servicio de Dios como sacerdote y se sumó a la iglesia Episcopal.
Tras más de seis años del escándalo, el sacerdote y Ruhama Buni Canellis viven felices. La pareja tiene dos hijos, Camila Victoria y Albertico, y desde que contrajeron matrimonio cuidan mucho su vida privada.
En una entrevista que le realizó Univisión, la guatemalteca reconoció que al principio fue muy difícil. Las personas juzgaron sus acciones y tuvo que aprender a lidiar con los reproches y las críticas.
Canellis aseguró que disfruta su vida junto a su esposo, atrás dejaron la polémica y el escándalo y comparte su felicidad en su cuenta de Twitter.
Cutié sigue siendo sacerdote y sirve como párroco de la Iglesia episcopal San Benedicto, en Plantation, Florida.