Estados Unidos ya está cumpliendo con los objetivos de la lucha contra el cambio climático y eso no puede ni debe ser cambiado, advirtió este miércoles el secretario de Estado estadouidense, John Kerry, en la conferencia del clima de la ONU.
El jefe de la diplomacia estadounidense quiso mandar un claro mensaje al presidente electo, Donald Trump: la política medioambiental es una inversión de futuro, es científica, y además el mercado también razona así.
Paralelamente más de 360 empresas pedían en una carta abierta a Trump que respete el histórico Acuerdo de París contra el cambio climático de 2015, y que se mantengan las inversiones en energías limpias.
“Les puedo decir con confianza que Estados Unidos está cumpliendo con los objetivos internacionales” que el mundo se fijó, dijo Kerry en su discurso.
“No creo que eso pueda dar, ni dará, marcha atrás” añadió, entre aplausos.
El Acuerdo de París compromete a 196 países, un récord histórico, a trabajar para que el mundo no sobrepase +2 ºC su temperatura media en las próximas décadas.
“Nadie tiene derecho a tomar decisiones que afectan a miles de millones de personas basado solamente en ideología” añadió en su última intervención como jefe de la diplomacia estadounidense ante los negociadores del clima.
“El mercado se orienta claramente hacia las energías limpias y esa tendencia solo va a acentuarse” predijo Kerry.
Trump, un empresario de éxito, manifestó durante la campaña electoral que quiere sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París.
El Acuerdo ha sido ratificado por 110 países hasta la fecha, entre ellos Estados Unidos y China, los dos mayores emisores de gases del planeta.
Trump, que se encuentra en plena configuración de su gabinete, no ha vuelto a manifestarse públicamente sobre el tema.
– ‘Interponerse es una locura’ –
“Pedimos a nuestros líderes electos que apoyen claramente la participación continua de Estados Unidos en el Acuerdo de París”, pidieron los empresarios en la alianza LowCarbonUsa, entre los cuales se hallan gigantes como Nike, Starbucks, Gap, HP, Levi’s o DuPont.
La COP22 de Marrakech es la conferencia de implementación del acuerdo, que carece aún de reglas de aplicación.
Más de 180 líderes y ministros acudieron a Marrakech el martes para reafirmar su compromiso.
Las compañías que decidieron firmar este manifiesto pidieron también a “los líderes electos en Estados Unidos”, es decir la mayoría republicana en el Congreso, “la continuación de las políticas de baja emisión” de gases de efecto invernadero.
Trump fue el invitado de piedra de esta cumbre del clima organizada por Marruecos, que preside las negociaciones de la COP22.
“La enorme expectativa generada por las empresas y la comunidad de inversores no puede ser ignorada por el gobierno de Trump. Ese tren ya salió de la estación e interponerse es una locura” advirtió Matt Patsy, presidente del fondo inversor Trillium Asset, citado en el texto.
En Marrakech, donde el rey de Marruecos Mohamed VI recibió a los líderes africanos para una cumbre regional en paralelo, las negociaciones abordaron uno de los grandes caballos de batalla de los países del Sur, la financiación.
Los países desarrollados insisten en la mitigación, es decir en apagar focos de emisión de CO2 como las plantas eléctricas a base de carbón, mientras que los países pobres reclaman ayuda para la adaptación a los nuevos tiempos, entre otras cosas porque no son ellos los principales emisores de gases de efecto invernadero.
“La financiación de la adaptación, del orden de 10.000 millones de dólares al año, es absolutamente inadecuada” proclamó en rueda de prensa Harjeet Singh de Action Aid, miembro de la red mundial de ONG Climate action network.
“Los países en desarrollo piden que esa cifra sea multiplicada por cuatro de aquí a 2020, pero su voz no es escuchada”, aseguró.