Estados Unidos advirtió este lunes de manera solemne a 12 generales sirios que deberán rendir cuentas por haber dado la orden de atacar blancos civiles y torturar a opositores.
La representante estadounidense ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Samantha Power, difundió los nombres de una docena de coroneles y generales sirios acusados de esos delitos.
“Deben saber que sus abusos están documentados y que un día deberán rendir cuentas”, afirmó Power. “Estados Unidos no dejará que quienes comandaron unidades involucradas en esos actos se oculten en el anonimato detrás de la fachada del régimen de Asad”, agregó la diplomática estadounidense.
Esos militares, precisó, son comandantes de unidades que bombardearon o atacaron en tierra a objetivos civiles, o comandantes de centros de detención del Ejército sirio donde se tortura sistemáticamente a los opositores.
Se creen al abrigo de la justicia, pero “también le pasaba lo mismo a Slobodan Milosevic, a Charles Taylor y a otros innumerables criminales de guerra”, dijo.
El dirigente serbio y el jefe de guerra liberiano fueron atrapados por la justicia internacional y condenados por la Corte Penal Internacional.
Power reconoció que algunos grupos armados de oposición en Siria también cometieron atrocidades, pero no los identificó.
El embajador adjunto ruso en la ONU, Vladimir Safronkov, pidió a la embajadora estadounidense que “sea imparcial”. Esas acusaciones ultrajan el principio “de presunción de inocencia”, afirmó el diplomático. “Eso solo se puede decidir a través de procedimientos legales”.
“¿Dónde están los nombres de esos terroristas? No seamos hipócritas”, agregó.
– “Abominable” –
Las denuncias con nombres y apellidos de la embajadora Power son infrecuentes en el marco de una sesión del Consejo de Seguridad.
Pero investigaciones de la propia ONU y de organizaciones de defensa de los derechos humanos ya han cuestionado a varias unidades militares sirias, en particular el último informe de la ONU sobre ataques con armas químicas cometidos en Siria en 2014 y 2015.
El embajador sirio Bashar Jaafari intentó nuevamente justificar la ofensiva sobre Alepo, la segunda ciudad de su país, sometida a intensos bombardeos de parte de las fuerzas de Bashar al Asad y su aliado ruso, por la necesidad de destruir “un embrión de Estado terrorista”, en alusión a los yihadistas.
Los embajadores de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña abandonaron la sala del Consejo en momentos en que el representante sirio comenzó a hablar.
El organismo tiene la posibilidad de dar intervención a la Corte Penal Internacional, competente para juzgar crímenes de guerra y contra la humanidad, pero Rusia, que tiene derecho de veto, se opone.
Entre los nombres citados por Samantha Power figuran cinco generales de división (Adib Salameh, Jawdat Salbi Mawas, Tahir Hamid Khalil, Jamil Hassan y Rafiq Shihadeh), cinco generales de brigada y dos coroneles.
En Washington, el Departamento de Estado, cuyo jefe John Kerry continúa creyendo en la posibilidad de una salida política multilateral para Siria, calificó de “abominable” la “ausencia de ayuda humanitaria a Alepo después de bastante más de un mes de ataques, mientras los bombardeos no sólo continúan sino que parecen intensificarse”.
Las tropas del régimen sirio avanzaban rápidamente este lunes en los barrios rebeldes de Alepo, sometidos desde hace cuatro meses a la “táctica cruel” del asedio, al igual que “casi un millón de personas” en toda Siria, según la ONU.
El número de personas que vive bajo asedio en este país ha pasado en los últimos seis meses de 486.700 a 974.080, un “aumento masivo”, denunció el secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios y coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, Stephen O’Brien, ante el Consejo de Seguridad.