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La decisión de otorgar al presidente Recep Tayyip Erdogan el poder de nombrar rectores de universidad en Turquía, tras el fallido golpe de Estado, suscita inquietud en los campus, donde profesores y estudiantes temen la injerencia gubernamental.
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La semana pasada, Erdogan designó a Mehmed Özkan para reemplazar a la muy popular Gülay Barbarosoglu, quien había sido triunfalmente elegida para dirigir la prestigiosa Universidad del Bósforo, ‘alma mater’ de la élite del país.
El Gobierno afirma que reemplazar las elecciones rectorales por un nombramiento directo permite evitar las luchas de clanes en las universidades.
Los opositores a la medida acusan a las autoridades de querer reforzar su control sobre los campus, bastiones de la libertad de opinión, y compara esta iniciativa con el nombramiento de administradores para dirigir los municipios kurdos en el sureste del país.
Tras la intentona del golpe del 15 de julio, las elecciones de rectores en las 181 universidades han sido suspendidas. Ahora, el presidente de la república elige a una persona entre tres candidatos propuestos por el Consejo de Enseñanza Superior (YÖK).
En el plazo de un mes después de la presentación de tres candidatos por el YÖK, el presidente puede, si lo desea, elegir a otro candidato para ocupar el cargo.
A primera vista, la tranquilidad reina en la Universidad del Bósforo, pero bajo esta apacible superficie reina la inquietud. “¿Si estoy inquieto? Sí, mucho. Y los estudiantes también”, confía un profesor que requiere el anonimato.
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– Tras el golpe fallido, la purga –
Tras la intentona golpista de julio, el Gobierno lanzó masivas purgas que han afectado en especial a las universidades, con la detención de centenares de profesores. Días después de la intentona, el YÖK exigió la dimisión de 1.577 decanos de universidades públicas y privadas.
Tras el nombramiento de Özkan para reemplazarla, Barbarosoglu -elegida el 12 de julio con 86% de los votos para dirigir la Universidad del Bósforo- anunció que iba a poner fin a su carrera académica.
Su sucesor, que tiene un hermano diputado del partido AKP en el poder, no había presentado su candidatura en estas elecciones. Tras este reemplazo, se produjeron varias manifestaciones y la policía detuvo a dos estudiantes, luego liberados.
“Nuestro combate no es político (…) Defendemos la autonomía académica para que las universidades permanezcan al margen de la política”, explicó a la AFP Mert Nacakgedigi, que dirige el Comité de Estudiantes de la Universidad del Bósforo. “La Universidad no fue consultada” antes del nombramiento de Ozkan, se lamentó. “No hubo debate”.
El Gobierno sostiene, sin convencer a sus opositores, que el nuevo proceso permite evitar la polarización de los cuerpos académico y de estudiantes en las elecciones rectorales. “Eso ha hecho mucho daño a las universidades en el pasado”, alega el portavoz gubernamental, Numan Kurtulmus.
El nuevo rector de la Universidad del Bósforo se comprometió a “redoblar esfuerzos” para proteger la libertad de opinión en el campus, en un mensaje dirigido al personal, al tomar posesión este lunes.
No ha sido suficiente para tranquilizar a Nacakgedigi, del comité estudiantil, para quien esta medida puede acabar con la diversidad política y de opiniones en el campus.
“En nuestra universidad, siempre han tenido su lugar quienes defienden opiniones políticas disidentes o visiones del mundo diferentes. No sabemos cómo un rector nombrado, y no elegido, va a tratar a los estudiantes”, dice.