Un agente de policía falleció y otros tres resultaron heridos el domingo en una serie de incidentes ocurridos en cuatro ciudades de Estados Unidos, que vive un nuevo auge de la violencia contra las fuerzas del orden.
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Por ahora no se ha establecido ninguna conexión entre los tiroteos registrados en San Antonio (Texas), Sanibel (Florida) y Saint Louis y Gladstone (Misuri).
La policía de San Antonio busca a un hombre que se dio a la fuga tras disparar varias veces al oficial Benjamin Marconi, de 50 años, que murió en el acto.
Las autoridades ofrecen una recompensa de 10.000 dólares por cualquier información que lleve al sospechoso, un hombre negro que llevaba una sudadera con capucha.
En Sanibel, una pintoresca isla de la costa floridana, un agente fue herido durante un control de carretera. Un hombre disparó en su dirección después de que dicho oficial detuviera a otro conductor. El presunto culpable ya fue detenido.
En Saint Louis, un hombre disparó contra un policía que estaba dentro de su coche patrulla, atascado en el tráfico, antes de ser abatido durante un tiroteo con las fuerzas de seguridad.
El jefe de la Policía, Sam Dotson, dijo que el sospechoso, un hombre negro, podía ser además el responsable de una ola de hurtos registrados en los últimos días en la zona y hasta de un homicidio.
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En otro punto de Misuri, otro agente resultó herido, de acuerdo con las autoridades, que no ofrecieron más detalles.
Estos incidentes ocurren menos de cinco meses después del tiroteo en Dallas (Texas) que conmocionó al país, cuando un hombre asesinó a cinco policías el 7 de julio para vengar la muerte de ciudadanos negros a manos de las fuerzas del orden.
