El balance de fallecidos en el derrumbe de una plataforma de una central eléctrica en obras en el centro de China ha subido a 74, informaron este viernes los medios locales, mientras comienzan a surgir críticas en internet por las condiciones de seguridad de los trabajadores.
El accidente se produjo en la mañana del jueves en una torre de refrigeración en construcción de la central de Fengcheng, en la provincia de Jiangxi.
La agencia de noticias oficial china, Xinhua, ha informado de que en el accidente han muerto un total de 74 personas, de un rango de edad de entre 23 y 53 años.
El vicegobernador de la provincia de Jiangxi, Li Yihuang, ha ofrecido una rueda de prensa junto a otros dos altos cargos, donde presentaron sus condolencias a los familiares de las víctimas.
Las fotos del accidente muestran una masa de losas de cemento gris, vigas de acero y metal torcido esparcidos en el suelo, dentro de una gran estructura circular en construcción.
En el lugar, los equipos de rescate han trabajado afanosamente, asistidos por excavadoras, grúas y perros de rescate.
“Todos los que estaban sobre la plataforma cayeron, siendo aplastados por la estructura de acero”, contó Wang Yaosheng, uno de los supervivientes, al diario Xin Jing Bao (Beijing News).
Este accidente es el más reciente de una larga lista de siniestros similares en China, donde muchas veces se ignoran las normas de seguridad para reducir costes.
En las redes sociales, cientos de internautas han pedido que se investiguen las causas y que los responsables sean condenados.
“Había muchísimos peones en la obra, pero, ¿dónde estaban los jefes, los encargados de la seguridad?”, criticaba un usuario de la red social Sina Weibo.
“Espero que todos los responsables sean castigados de forma severa”, escribió otro.
Según las cifras oficiales, 66.182 de personas murieron en accidentes laborales en China en 2015.
Las víctimas trabajaban en la ampliación de la central, que según datos del gobierno local, empezó en julio de 2015.
El objetivo era construir dos generadores de mil megavatios cada uno, previstos para entrar en funcionamiento entre 2017 y 2018.
La inversión total de la ampliación es de 7.670 millones de yuanes -unos 1.100 millones de dólares-, según la esta fuente.
Uno de los inversores involucrados en la operación es el gigante energético chino Jiangxi Ganneng, que este viernes ha registrado un desplome bursátil de casi un 6% en la Bolsa de Shenzhen, tras declarar que tomará las “medidas que sean necesarias para reducir el impacto de los accidentes en la empresa”.