El favorito Paul Nuttall fue elegido este lunes nuevo líder del UKIP en sustitución de Nigel Farage, el gran valedor europeo de Donald Trump, y buscará darle un nuevo cometido al partido británico tras el logro del Brexit.
Nuttall, que el miércoles cumplirá 40 años, tiene ante sí la misión de unir al partido tras unos meses turbulentos, darle un nuevo sentido y velar porque el gobierno de Theresa May respete el resultado del referéndum del 23 de junio.
“La luna de miel con Theresa May está llegando a su fin y lo que vamos a ver rápidamente es un gobierno que se está echando atrás en el Brexit y traicionado al pueblo británico y lo que espero que pase entonces es que una avalancha de gente se una al UKIP”, explicó Nuttall a la AFP.
El nuevo líder, eurodiputado, era hasta ahora el número dos de esta formación, que consiguió cuatro millones de votos en las últimas elecciones nacionales, pero que apenas tiene un diputado en el parlamento británico por las particularidades del sistema electoral británico.
Nuttall es el tercer líder de este partido antinmigración y anti-UE en apenas tres meses.
Farage dimitió poco después del referéndum, pero tuvo que volver después de que su sustituta, Diana James, abandonara, alegando que no estaba preparada para soportar la presión del cargo.
Financieramente en un momento difícil, y habiendo perdido parte de su sentido con la victoria del Brexit, el UKIP vivió además un episodio inusual en el Parlamento Europeo, con la pelea entre un par de eurodiputados que acabó con uno de ellos en el hospital.
“Hemos vivido un verano digno de [el cómico británico] Benny Hill”, dijo Paul Oakden, presidente del partido, al anunciar los resultados de las primarias, que dieron a Nuttall más del 60% de los votos ante otros dos candidatos.
Nuttall negó los problemas financieros, pero admitió que perdieron militantes tras el Brexit. “Pero tenemos todavía unos 30.000, que creo que es una buena base sobre la que puedo hacer crecer al partido”, explicó.
– Farage: a quien no le gustó 2016, que se prepare –
Farage pronunció su último discurso como líder del partido en el acto en que se anunciaron los resultados y advirtió a quienes hayan visto con disgusto la victoria del Brexit o la de Trump en Estados Unidos de que se preparen para más.
“Para aquellos que crean que este ha sido un mal año, tengo malas noticias”, afirmó Farage, citando Italia, Austria, Holanda, Alemania y Francia como los próximos potenciales escenarios de victorias de proyectos antieuropeos.
Pese a su fiera oposición a la UE, el ahora exdirigente del partido conservará su escaño de eurodiputado hasta 2020.
“Tuvimos un papel crucial en el resultado histórico el 23 de junio. Y los resultados de ese referéndum (…) tuvieron un efecto al otro lado del Atlántico”, aseguró, en referencia a Trump, que, al poco de ganar la elección presidencial el 8 de noviembre, consideró que Farage sería un buen embajador británico en Washington.
“Por encima de todo, lo que hemos hecho es mover el centro de gravedad de la política británica. Es un logro enorme”, aseguró haciendo balance, estimando que ahora ya se puede “discutir de inmigración sin ser tildado de extremista”.
“Cuando empezamos a hacer campaña por estas cosas, se rieron y trataron de acabar con nosotros. La élite política fue bastante grosera (…) y, sin nosotros, no hubiera habido referéndum”, estimó.