El acuerdo sobre una salida de Reino Unido de la Unión Europea deberá cerrarse antes de octubre de 2018, estimó este lunes el negociador de la Comisión Europea para el Brexit, un plazo “suficiente” para el canciller británico.
“El tiempo será breve”, dijo el francés Michel Barnier, negociador del ejecutivo comunitario, para quien el período real de negociación será de unos 18 meses para dar tiempo a la ratificación de un eventual acuerdo por parte del Consejo Europeo, la Eurocámara y el parlamento británico.
Si la primera ministra británica, Theresa May, comunica oficialmente hacia finales de marzo de 2017 su voluntad de abandonar el bloque, “las negociaciones podrían empezar algunas semanas después y el acuerdo podría cerrarse para octubre de 2018”, aseguró.
En base a este calendario, el proceso podría estar terminado para marzo de 2019, justo antes de las elecciones europeas previstas para ese año en las que ya no participaría Reino Unido. El negociador europeo estimó “difícil de imaginar” un acuerdo “transitorio” antes del definitivo.
Michel Barnier hizo estas declaraciones en rueda de prensa en Bruselas para informar por primera vez sobre las conversaciones iniciadas con el resto de las 27 capitales europeas para preparar las negociaciones. “La UE está lista para recibir la notificación oficial británica”, aseguró.
May quiere comunicar al Consejo Europeo antes de finales del próximo marzo la marcha de su país de la UE, que daría inicio a un período de negociación de hasta dos años, si bien un procedimiento abierto actualmente por la Corte Suprema podría retrasar esa notificación oficial.
– ‘Absolutamente suficiente’ –
Para el canciller británico, Boris Johnson, el plazo anunciado por Barnier es “absolutamente suficiente”, si bien un portavoz de la jefa del gobierno británico se mostró más cauto sobre ese calendario, que escuchaba “por primera vez”, y abogó por no avanzar fechas.
Los deseos de May de notificar el Brexit a sus socios europeos antes de finales de marzo está de hecho a la espera de una decisión en enero de la Corte Suprema, que analizará el próximo jueves si el ejecutivo puede comunicar el Brexit o debe contar primero con la aprobación del parlamento.
En caso de necesitarse el visto bueno de los diputados, James Eadie, un abogado que representa al gobierno, dijo el martes en la Corte que el ejecutivo lanzará “una acción en línea” con el objetivo de presionar al parlamento para que permita notificar rápidamente el Brexit.
Aunque los diputados ya anunciaron que respetarán la decisión de los británicos expresada en referéndum el 23 de junio, la oposición laborista reclamó “escrutar apropiadamente el plan para abandonar la Unión Europea antes de que se active el Artículo 50” del Tratado de Lisboa, es decir la notificación oficial.
Theresa May aceptó este martes informar al parlamento sobre su plan para salir de la UE, a cambio de que los diputados no retrasen el Brexit. La cámara baja británica debatirá la moción laborista, a la que se añade una enmienda del gobierno, el miércoles.
– ‘Un Brexit, rojo, blanco y azul’ –
Poco se conoce por el momento de los planes británicos, más allá del deseo de Londres de mantener el mayor acceso posible al mercado interior europeo, uno de cuyos pilares —la libertad de instalación de los ciudadanos europeos en territorio británico— fue el blanco de las críticas de los partidarios del Brexit.
La Unión Europea ya advertido que no habrá un “menú a la carta” para Londres, con quien no habrá “negociación sin notificación” previa, como recordó este martes el negociador para el Brexit de la Comisión Europea.
“Si Reino Unido quiere acceder al mercado interior, tendrá que aceptar las reglas”, dijo por su parte el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, quien reclamó “una actitud diferente” de Londres para lograr una salida “tranquila y ordenada”.
El gobierno británico estudia pagar por acceder a algunas partes del mercado único tras su marcha, confirmó el responsable británico de Finanzas, Philip Hammond. Para Bruselas, los cuatro pilares de este espacio sin fronteras son, en cambio, inseparables.
“La gente habla de qué tipo de Brexit habrá (…) De hecho, queremos un Brexit rojo, blanco y azul”, los colores de la bandera británica, dijo a la BBC en Bahréin May, quien coincidirá con sus homólogos europeos en una cumbre la semana próxima en Bruselas, aunque no podrá participar de una cena a 27 para preparar la marcha de Reino Unido.