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Italia debate salidas a la crisis política

Los políticos italianos debaten el martes salidas a la crisis política, entre ellas la convocatoria de elecciones anticipadas y el nombramiento de un gobierno “técnico” tras la renuncia efectiva del primer ministro Matteo Renzi.

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Con el objetivo de garantizar la estabilidad, Renzi aceptó permanecer unos días más en el poder de manera que el parlamento apruebe la ley de presupuestos para 2017, clave para la economía del país.

El presidente de la República, Sergio Mattarella, de 75 años, árbitro de la situación como establece la Constitución para esos casos, se mide por primera vez desde que ocupa el cargo con una crisis política tras la contundente derrota de Renzi en el referéndum del domingo.

La ley de presupuestos, que en Italia se denomina Ley de Estabilidad, fue adoptada la semana pasada por la Cámara de Diputados y debe ser ratificada por el Senado en los próximos días.

Ese breve plazo permite a las varias fuerzas políticas de afilar sus armas para una batalla que tiene repercusiones también a nivel europeo.

Con excepción de Mario Monti, ex jefe de un gobierno técnico y actual senador vitalicio, la mayoría de los líderes políticos están a favor de elecciones anticipadas.

La posición del Partido Democrático, de centroizquierda, del que Renzi sigue siendo el secretario general, deberá ser aclarada el miércoles tras una espinosa reunión en la que se evaluará la profunda división interna que generó el referéndum.

– Renzi impaciente –

A pesar de haber perdido dramáticamente el referéndum, las fuerzas a favor de Matteo Renzi no están dispuestas a desaparecer, sobre todo si se tiene en cuenta que defendió su reforma sólo contra todos logrando el 40% de los votos.

“Obtuvimos el 40% en 2014 en las elecciones europeas y ahora el 40%” en el referéndum”, recalcó Luca Lotti, asesor del jefe de gobierno en un tuit.

Según sus allegados, Renzi está impaciente de volver a la batalla política lo más rápido posible. Y consideran que cuenta con un capital electoral enorme que pocos líderes italianos disponen.

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Entre esos pocos figura Beppe Grillo, líder y fundador de la formación antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S), quien anunció que está preparando por internet el programa y el equipo con el que quiere gobernar.

Grillo pretende que se convoquen elecciones en tiempo récord, con la ley electoral vigente, pese a que la había tildado de antidemocrática.

El líder populista quiere aprovechar la ola de descontento expresada con el voto y llegar al poder, algo que genera nerviosismo en toda Europa.

Las elecciones anticipadas podrían celebrarse a inicios del 2017 y superar el nudo complejo que representa la ley electoral (llamada Italicum) aprobada en el 2015 y vigente sólo para la Cámara de Diputados.

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Italicum establece una segunda vuelta si ninguna de las listas que concurren a las elecciones legislativas obtienen más del 37% de los votos. En caso de llegar a esta cota, se le otorgaría un premio adicional, lo que le garantizaría gobernar con una amplia mayoría.

El problema ahora es que con el rechazo de la reforma constitucional, los senadores deben ser elegidos con otra ley (llamada consultelum, sistema proporcional clásico) y el resultado podría bloquear el Parlamento, lo que generaría una suerte de ingobernabilidad que Europa poco tolera.

Independientemente a la convocación de elecciones anticipadas o no, el presidente de la República debe designar al jefe de gobierno, por lo que deberá consultar a todos los dirigentes políticos, tal como prevé la Constitución.

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Entre los nombres que circulan figura el ministro de Finanzas, Pier Carlo Padoan, renombrado economista, con experiencia en instituciones internacionales y buen negociador.

Otro nombre que se baraja es el del presidente del Senado, el ex magistrado antimafia Pietro Grasso.

En ese caso se trataría de un gobierno “técnico” o transitorio para armonizar la ley electoral en vista de las elecciones anticipadas.

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Una batalla ardua, con intereses encontrados y que pondrá a prueba la creatividad de los italianos para negociar salidas.

Hay que tener en cuenta también, que en febrero del 2018 se concluye el mandato del actual parlamento y varios expertos estiman que podría optar por llegar hasta su término.

“Sería una solución ambigua, con una suerte de gobierno técnico que dure hasta el 2018”, asegura el politólogo Giovanni Orsina.

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Una salida que Beppe Grillo ya denunció: “Los parlamentarios harán de todo para permanecer en sus escaños hasta septiembre del 2017, fecha en la que cumplen los requisitos para obtener sus jugosas pensiones”, explicó.

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