El exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani retiró este viernes su candidatura al cargo de secretario de Estado bajo el próximo presidente Donald Trump, apenas aclarando la disputa por un puesto con una decena de aspirantes.
En medio de acusaciones de una interferencia rusa a favor Trump en las elecciones, el mandatario Barack Obama pidió una pesquisa de todos los ciberataques que tuvieron lugar durante la reciente campaña electoral.
En un comunicado, Trump anunció que Giuliani, de 72 años, había retirado sus aspiraciones a toda posición en el nuevo gobierno durante una reunión el 29 de noviembre con el magnate.
Giuliani, uno de los más fieles asesores de Trump, era candidato para el puesto más prestigioso del gobierno, el de secretario de Estado, pero estuvo bajo escrutinio de la prensa por negocios que hubieran representado conflictos de intereses.
“Rudy hubiese sido un destacado miembro del gabinete en varios roles, pero lo respeto totalmente y comprendo sus razones para permanecer en el sector privado”, dijo el presidente electo en un comunicado.
Giuliani, un exfiscal federal y quien se hizo famoso por su liderazgo como alcalde de Nueva York después de los atentados terroristas del 11 de setiembre de 2001, dijo que ahora espera seguir trabajando en su bufete de asesoría legal y consultoría.
Un mes después de sorprender al mundo con su victoria, Trump sigue conformando su equipo de gobierno, con 13 de los 22 puestos de nivel ministerial ya seleccionados.
Cuatro multimillonarios, tres generales, un puñado de mujeres y nada más que conservadores: el presidente electo está designando a ricachones poco ortodoxos y blancos en su mayoría para dirigir Estados Unidos a partir del 20 de enero.
Sin Giuliani, los pretendientes al cargo de secretario de Estado incluyen un excandidato presidencial, un exjefe de la CIA, senadores y empresarios.
– “Debilita nuestro país” –
Pero las sospechas de una interferencia de Rusia en la campaña electoral no se han disipado, en medio de crecientes pedidos del Congreso por más información y la decisión de la Casa Blanca de publicar un informe sobre el asunto.
“Estamos comprometidos en garantizar la integridad de nuestras elecciones y este reporte profundizará en este patrón de ciberactividad maliciosa alrededor de nuestras elecciones, hacer inventario de nuestras capacidades defensivas y tomar lecciones aprendidas”, señaló el portavoz de la Casa Blanca, Eric Schultz.
Schultz dijo que Obama espera el informe completo antes de que culmine su mandato el 20 de enero, señalando que “es una gran prioridad para el presidente”.
Trump, que durante la campaña multiplicó expresiones de admiración hacia el líder ruso Vladimir Putin, rechaza la idea de que Moscú tuviera algo que ver con las filtraciones de correos electrónicos privados que dañaron a su rival demócrata en la carrera presidencial Hillary Clinton.
“No creo que hayan interferido”, dijo expresando sospechas de que los reportes de inteligencia estaban politizados.
Ante el temor de que el tema quede enterrado cuando Trump asuma el poder, siete demócratas de la Comisión de Inteligencia del Senado exhortaron a Obama en una carta del 29 de noviembre para que revelara más sobre este tema.
Luego, este martes, demócratas en la Cámara de Representantes pidieron a Obama una reunión privada con todo el Congreso sobre el caso: desde la piratería hasta la difusión de noticias falsas para engañar a los votantes.
Republicanos en el Congreso también prometen convocar audiencias sobre esta cuestión luego que se instale el nuevo gobierno.
“Al erosionar la confianza de los estadounidenses y los extranjeros en las instituciones de Estados Unidos, Rusia debilita a nuestro país y siembra inestabilidad e incertidumbre global”, señalaron los líderes demócratas de la Cámara de Representantes en una carta enviada el martes a Obama.
– Se remontan a 2008 –
Pero algunos han sugerido una estrategia de los demócratas para deslegitimar la elección de Trump, pero Schultz negó cualquier motivación política.
“Esto no es ningún esfuerzo para desafiar el resultado de la elección”, dijo.
La asesora de Obama en materia de seguridad interior, Lisa Monaco, indicó que la interferencia cibernética se remonta a las elecciones de 2008 y afectó tanto a la campaña de Obama como su rival John McCain.
El 7 de octubre el Departamento de Seguridad Interior y la Oficina del Director de la Inteligencia Nacional concluyeron que Rusia había pirateado las cuentas de correo de individuos y organizaciones políticas con el fin de “interferir en el proceso electoral” estadounidense.
La filtración de los correos claramente tuvo un impacto. La presidente del Comité Nacional Demócrata, Debbie Wasserman Schultz, dimitió tras la publicación de comunicaciones internas.
También sacaron a la luz detalles de los discursos pagados de Hillary Clinton en Wall Street, algo que su equipo de campaña había intentado mantener en secreto.