Los responsables de inteligencia estadounidenses se reúnen este viernes con el escéptico presidente electo, Donald Trump, para tratar de demostrarle que Rusia interfirió en las elecciones pirateando correos de líderes demócratas.
La reunión tendrá lugar en un ambiente de alta tensión entre los responsables de inteligencia y su futuro jefe, quien ha cuestionado los informes de que Moscú inclinó las elecciones en su favor.
"Yo espero que cuando el presidente electo reciba sus propios informes y pueda examinar la inteligencia, a medida que su equipo se reúna y vea cómo estas agencias son profesionales y efectivas, se reduzcan algunas de esas tensiones actuales", dijo el presidente saliente, Barack Obama, el jueves a la filial de NBC de Chicago.
Después de que Trump expresara sus primeras dudas a comienzos de diciembre, Obama ordenó a la comunidad de inteligencia que preparara un completo informe sobre la interferencia y los ciberataques rusos en las elecciones estadounidenses de noviembre.
Obama recibió el informe el jueves y los responsables de inteligencia tienen programado presentárselo a Trump este viernes.
En el encuentro con Trump está previsto que participen James Clapper, director de Inteligencia Nacional; el director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Mike Rogers; el director del FBI (la policía federal), James Comey; y el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), John Brennan.
– "Mucha confianza" –
Clapper dijo el jueves ante el Comité de Servicios Armados del Senado que tenían "mucha" confianza en las pruebas recolectadas.
"Los rusos tienen una larga historia de interferencia en elecciones, en las suyas y las de otros pueblos", afirmó. "Pero nunca habíamos encontrado una campaña tan directa para interferir con el proceso electoral como hemos visto en este caso", aseguró.
"Se trató de una campaña polifacética" en la que el pirateo informático fue "solamente una parte, ya que también incluía propaganda clásica, desinformación y noticias falsas", dijo Clapper.
Clapper y Rogers, junto al subsecretario de Defensa para Asuntos de Inteligencia, Marcel Lettre, dijeron en un testimonio presentado por escrito que "únicamente los más altos dirigentes rusos pudieron autorizar" esa operación, durante la cual los piratas robaron archivos y correos electrónicos del partido Demócrata.
Estos archivos fueron publicados a través de WikiLeaks, dañando la imagen del partido y socavando los esfuerzos de campaña de la candidata demócrata Hillary Clinton.
"Rusia ha asumido claramente una postura más agresiva al incrementar las operaciones de ciberespionaje, filtraron los datos robados en esas operaciones y atacando sistemas críticos de infraestructura", dijo Clapper.
– Dudas de Trump –
Trump, quien ha prometido un acercamiento con el gobierno del presidente Vladimir Putin cuando asuma el poder el 20 de enero, ha cuestionado repetidamente estas afirmaciones.
El magnate republicano se ha mofado en Twitter de los anteriores errores de inteligencia de la CIA, el FBI y otras agencias, y desafió a sus responsables a probar que el pirateo y las filtraciones provienen del gobierno de Putin.
El jueves por la noche, Trump volvió a preguntar "cómo y por qué ellos están tan seguros sobre el pirateo", afirmando que el Comité Nacional Demócrata impidió al FBI el acceso a sus servidores.
El portal BuzzFeed News afirmó que de hecho el FBI nunca solicitó examinarlos.
Un funcionario familiarizado con el informe dijo a la cadena CNN que los intermediarios que entregaron los correos electrónicos robados por Rusia a WikiLeaks han sido identificados.
Además, las agencias de inteligencia estadounidenses interceptaron comunicaciones de altos funcionarios rusos que decían que habían celebrado la victoria de Trump como un triunfo para Moscú, según el diario Washington Post.
Una versión desclasificada del informe presentado al presidente -con detalles sensibles borrados- será publicada la próxima semana.
"Creo que el público debe saber todo lo que sea posible", dijo Clapper.
Sin embargo, la muy anticipada audiencia del jueves en el Senado no ofreció nueva evidencia para respaldar las acusaciones contra Rusia.
Cuando los senadores le pidieron que aportara más pruebas, Clapper repetidamente indicó que no podía hacer eso en público, porque podría dañar a las fuentes y operaciones de la comunidad de inteligencia.