Un juez autorizó este viernes a dos testigos a grabar sus testimonios contra el magnate estadounidense Robert Durst, acusado de asesinato, ante el temor de que sean liquidados.
El juez de Los Ángeles Mark Windham dijo que el interrogatorio se realizará el 14 de febrero y la cinta será usada en la audiencia que determinará si hay suficientes pruebas como para juzgar a Durst (73 años).
Durst -heredero de una fortuna adquirida por su padre, Seymour Durst, en el sector inmobiliario neoyorquino, estimada en 4.400 millones dólares-, compareció el viernes en silla de ruedas en una audiencia preliminar en el caso del asesinato de su amiga Susan Berman en 2000, del que se declaró inocente.
Berman fue ultimada de un balazo en la cabeza la víspera de que tuviera que declarar en el caso de la desaparición de Kathleen Durst, la primera mujer del magnate.
Uno de los dos testigos, Albert Kuperman, un médico octogenario, habría hablado con Kathleen Durst poco antes de desaparecer.
Los fiscales pidieron al juez que permitiera que Kuperman y otro testigo aún no identificado fueran interrogados con antelación por miedo "a ser asesinados" antes de la audiencia.
Destacaron que Durst es "una amenaza para la sociedad" y tiene un historial de violencia, incluyendo el asesinato en 2001 de su vecino, al que se halló desmembrado.
En aquel entonces, Durst vivía bajo un nombre falso en Texas y pretendía ser una mujer muda. Argumentó defensa propia y fue absuelto.
La defensa aseguró que no hay pruebas de que sea un peligro, insistió en sus problemas de salud y denunció que sus llamadas eran intervenidas en la cárcel.
Durst fue detenido en marzo de 2015, horas antes de la difusión del último episodio de un documental biográfico difundido por la cadena HBO, "The Jinx: The Life and Deaths of Robert Durst", durante cuya grabación admitió haberlos matado "a todos" sin saber que en ese momento el micrófono estaba abierto.