Los secuestros marítimos alcanzaron en 2016 su nivel más alto en diez años, anunció este martes la Oficina Marítima Internacional (IMB), precisando que la zona que separa Filipinas de Malasia se convirtió en la más peligrosa.
En un informe, el IMB, una división especializada de la Cámara de Comercio Internacional y con sede en Kuala Lumpur, informó que en 2016 se registraron 191 casos de piratería en alta mar, contra 246 el año anterior.
En 2016, un total de 62 personas fueron secuestradas en el mar, contra sólo 19 en 2015, y nueve en 2014, añade.
En especial, "el secuestro de tripulación de buques mercantes en el mar de Joló y su traslado al sur de Filipinas representa un aumento notable en los ataques", destacó el organismo.
El IMB recomienda a los armadores que eviten el mar de Joló, situado entre el este de Malasia y el sur de Filipinas, y que naveguen por el oeste de la isla de Borneo.
En una serie de incidentes el año pasado en este mar interior del archipiélago malayo, grupos armados -que estarían vinculados al grupo extremista islamista Abu Sayyaf- tendieron emboscadas a buques y secuestraron sus tripulaciones durante meses para pedir rescates.
El grupo Abu Sayyaf, que opera en Filipinas, juró adhesión a la organización yihadistas Estado Islámico. Diez años de ofensiva armada filipina apoyada por Estados Unidos no logró poner fin a la organización. Los últimos años se abocó a una lucrativa campaña de secuestros.
Además del mar de Joló, el golfo de Guinea también registra casos de piratería. En 2016 se secuestraron en la zona a un total de 34 personas.
En Nigeria, por otro lado, se registraron 36 ataques perpetrados por piratas, contra 14 en 2015.
Perú, que no había constatado ningún incidente en 2015, registró el año pasado 11 actos de piratería, de los cuales diez se sucedieron en el principal puerto del país, Callao.