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Rusia es un "peligro" y Cuba no rinde cuentas por su "conducta" en derechos humanos, declaró este miércoles el designado por Donald Trump para dirigir el Departamento de Estado, Rex Tillerson, adoptando una línea dura durante su audiencia de confirmación en el Congreso.
En el segundo día de audiencias en el Senado para evaluar las credenciales del gabinete escogido por Trump, Tillerson parecía querer despejar su historia de lazos cercanos con el presidente ruso, Vladimir Putin, y asegurar a los legisladores que mantendrá una postura firme frente a Moscú.
"Mientras Rusia busca respeto y relevancia en la escena mundial, sus recientes actividades no han respetado a los intereses estadounidenses", dijo Tillerson a senadores demócratas y republicanos en una abarrotada comisión de Asuntos Exteriores del Senado.
Los señalamientos del expresidente de ExxonMobil coinciden con un aumento de las tensiones con Rusia por la injerencia de Moscú en las elecciones presidenciales en Estados Unidos y, desde el martes, por revelaciones en los medios según las cuales el Gobierno ruso tendría informaciones comprometedoras para Trump.
Trump ha señalado abiertamente su interés de terminar con las sanciones impuestas durante el saliente gobierno de Barack Obama y mejorar las relaciones con Rusia y Putin, pero Tillerson recurrió a un tono más duro contra el Kremlin.
"Rusia representa un peligro pero no es imprevisible a la hora de defender sus propios intereses", dijo Tillerson, de 64 años.
"Nuestros aliados en la OTAN tienen razón por alarmarse frente a una fortalecida Rusia", agregó.
En una crítica a Obama, acotó que el resurgimiento de Moscú ocurrió porque "dimos marcha atrás en compromisos con aliados y enviamos señales mixtas", antes de prometer que "el liderazgo estadounidense no solo debe ser renovado sino que debe hacerse valer".
"Necesitamos un diálogo abierto y franco con Rusia sobre sus ambiciones", señaló.
– Cuba no rinde cuentas –
Tillerson también criticó a Cuba y advirtió que Washington no ha hecho rendir cuentas a La Habana por lo que consideró una falta de compromisos en derechos humanos en la isla.
Tras cuatro décadas de enfrentamientos, los antiguos enemigos de la Guerra Fría restablecieron relaciones diplomáticas en 2015 y desde entonces Washington ha levantado una serie de restricciones en materia de viajes, comercio, remesas y turismo.
Pero críticos del acercamiento bilateral señalan que el gobierno cubano del presidente Raúl Castro no ha acompañado los cambios con reformas políticas al sistema de partido único y mantiene la represión contra grupos disidentes.
"Nuestro reciente acuerdo con el gobierno de Cuba no fue acompañado por ninguna concesión importante en derechos humanos. No los hemos hecho rendir cuentas por su conducta", dijo Tillerson en la audiencia.
El ingeniero, que trabajó toda su vida en Exxon, donde pasó más de 40 años, también criticó a China. Dijo que Pekín no ha sido un socio confiable de Estados Unidos para presionar a Corea del Norte por su programa nuclear. "China no ha sido un socio confiable a la hora de usar su influencia a fin de contener a Corea del Norte", dijo Tillerson.
"En ocasiones China es amigable y en ocasiones es un adversario", señaló, agregando que también hay que reconocer las "dimensiones positivas" de la relación bilateral entre dos naciones "profundamente interrelacionadas" en su desarrollo económico.
La sesión en la colina del Capitolio en Washington coincide con una rueda de prensa de Trump en sus oficinas en Nueva York, en lo que es la primera comparecencia del magnate de 70 años ante los medios desde su victoria electoral el 8 de noviembre.
Otros designados por Trump también eran interrogados en el Senado este miércoles, incluyendo Elaine Chao, nominada por el presidente republicano a la cartera de Transporte y esposa del líder republicano del Senado Mitch McConnell.
En simultáneo, la comisión de Asuntos Judiciales seguía en la segunda parte de la sesión de confirmación del senador Jeff Sessions para el cargo de secretario de Justicia.
En una agitada sesión el martes, que se extendió por más de diez horas ante la comisión de Asuntos Judiciales, Sessions se mostró duro contra la inmigración clandestina, al tiempo que se defendió de las "falsas" acusaciones de racismo en su contra.
Para la segunda parte de la audiencia, los senadores escucharán a un heterogéneo panel, que incluye a un senador, congresistas, y asociaciones de derechos civiles como la NAACP y la ACLU.
También declararán un veterano y un inmigrante regularizado, así como representantes de fuerzas de seguridad, entre las que Sessions dice gozar de apoyo.