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Durante la continuación del juicio en contra de los implicados del caso de corrupción llamado IGSS-Pisa, el juez Carlos Ruano Pineda se excusó de seguir conociendo el caso de un contrato anómalo por Q116 millones en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social con la empresa Pisa.
El argumento de Ruano fue que recibió supuestas presiones de la magistrada de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Blanca Stalling, madre de Otto Molina, uno de los implicados.
El juzgador aseguró que el 10 de enero interpuso una denuncia ante el Ministerio Público (MP).
Agregó que la magistrada de la CSJ lo citó a su despachó para hacerle algunos “requerimientos” sobre el caso.
Molina Stalling es señalado por el Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala de asociación ilícita, tráfico de influencias, cobro ilegal de comisiones por dicho caso.