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El presidente estadounidense, Barack Obama, cierra este martes el libro de sus dos mandatos con un llamado a la participación popular en los cambios sociales, para levantar el ánimo de sus seguidores golpeados por la victoria de Donald Trump.
De acuerdo con fragmentos del discurso adelantados por la Casa Blanca, Obama se referirá a su experiencia personal de joven abogado y profesor en Chicago, la ciudad donde comenzó –y ahora despide– su carrera política, en la definición de su visión del país.
"Es aquí donde aprendí que los cambios solamente ocurren cuando la gente común participa, se compromete y se une para pedirlo", dirá Obama de acuerdo al adelanto de su discurso de despedida luego de ocho años al frente del gobierno.
Asimismo, dirá a los estadounidenses que "después de ocho años como presidente, aún creo" en el aprendizaje que adquirió como organizador comunitario en barrios precarios de Chicago.
Este último viaje de Obama en el avión Air Force One será una peregrinación a la ciudad que lo adoptó, donde aceptó la presidencia hace ocho años y desde donde se dirigirá a una multitud que agotó las entradas.
Los más fanáticos, muchos afroestadounidenses, desafiaron el gélido invierno de Chicago para recoger entradas gratuitas que ahora se venden por más de 1.000 dólares en el sitio Craigslist.
La primera dama, Michelle Obama; el vicepresidente, Joe Biden; y su esposa, Jill, estarán presentes en esta despedida.
– Inicio y fin de la historia –
"Para Michelle y para mí, Chicago es donde todo empezó. Es la ciudad que nos mostró el poder y la bondad fundamental de los estadounidenses", expresó el presidente este martes en Facebook.
Chicago exhibe con orgullo la presencia de Obama, desde una discreta placa frente a la cafetería donde Barack y Michelle tuvieron su primer encuentro, hasta la silla de barbería (empotrada en vidrio) donde el ahora presidente se cortaba el pelo por 24 dólares.
Incontables personas que conocieron y trataron a Obama cuando actuaba en barrios humildes de esta ciudad del norte de Estados Unidos ya tienen sus pases para el discurso en el centro de Convenciones McCormick, junto al lago Michigan.
De acuerdo con la Casa Blanca, las personas están invitadas a acompañar el discurso para "celebrar la forma en que han contribuido a cambiar el país en los últimos ocho años".
La organización adelantó que habrá en el centro de Convenciones un sistema de seguridad como el existente en los aeropuertos, pero alentó a que las personas lleven cámaras para registrar el momento.
Desde George Washington, los presidentes siempre enviaron mensajes en sus discursos de despedida.
El mensaje final de George Washington, de 7.641 palabras y que sigue siendo leído en el Senado una vez al año por tradición, incluyó advertencias sobre facciones e interferencias de los poderes extranjeros que extrañamente hoy se ven como proféticas.
El principal redactor del discurso, Cody Keenan, observa algunos patrones: "Bush y Clinton dieron sus discursos desde aquí (la Casa Blanca), George H.W. Bush fue a West Point y dio un discurso de política exterior. Son todos muy diferentes", señaló a la AFP.
– El discurso de un estadista –
El viaje a Chicago de Obama no es sólo por la nostalgia, precisó Keenan.
"El hilo que siguió a lo largo de su carrera, desde sus días como coordinador comunitario hasta el Salón Oval, es la idea de que si reúnes a gente común y les provees educación, las fortaleces, y les permites actuar en algo, las cosas buenas suceden", explicó.
"Quisimos que él, alguien que empezó como coordinador comunitario, cuya campaña fue fortalecida por gente joven y común, volviera a Chicago", agregó.
La travesía nacional de Obama será un recorrido sentimental por el camino de la memoria, aunque dañado por la tumultuosa entrega del poder al republicano Donald Trump, en las antípodas ideológicas del presidente demócrata.
El millonario destrozó convenciones, prometió borrar el legado de Obama y lanzó insultos personales para todos lados.
Con la pérdida de la Casa Blanca y de la mayoría en el Senado y la Cámara de Representantes, los demócratas se esfuerzan por reagruparse, y Obama, que reúne una aprobación de 55%, espera unirlos para las nuevas batallas que vendrán.
"No será un discurso antiTrump, no será un discurso inflamatorio ni algo agitador. Será el discurso de un estadista pero también será fiel a él", dijo Keenan a la AFP. "Contará una historia".
"Chicago no es sólo la ciudad donde residía. Es también donde empezó su carrera", dijo.
A partir de ahora, también será la ciudad donde la trayectoria presidencial de Obama llega a su fin.