Un centenar de cubanos se congregaron el jueves en la ciudad mexicana de Tapachula, donde expresaron su consternación por la decisión de Estados Unidos de poner fin a la ley "pies secos y pies mojados", que les permitía conseguir la residencia estadounidense aunque ingresaran sin documentos.
"Nos enteramos viendo las noticias en el televisor (…) nosotros veníamos bien, llegando a donde queríamos llegar, pero ahora no sé qué va a pasar", dijo a la AFP visiblemente afligido Carlos Darío Bravo, de 27 años.
Al enterarse también a través de llamadas de sus familiares radicados en Estados Unidos del fin de esa ley migratoria, los cubanos se reunieron en una plaza comercial del centro de Tapachula (Chiapas), una zona donde hay varios hoteles económicos y está a unos 60 kilómetros de la frontera con Guatemala.
"Estamos aquí preocupados tratando de ver qué solución se le puede dar a esto porque no es fácil", comentó Leonardo Fabio, otro cubano de 28 años que ingresó por la frontera de Guatemala con México, que comparte a su vez una frontera con Estados Unidos de 3 mil 200 kilómetros.
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El abogado de los migrantes, Luis Villagrán, abogado del Centro de Dignificación Humana de Chiapas, que defiende los derechos de los indocumentados, espera que el gobierno mexicano otorgue al "millar" de cubanos que se encuentran en Tapachula un documento que les garantice el libre tránsito por el país para que lleguen a la frontera con Estados Unidos.
Villagrán dijo a la AFP que confía en el que el fin de la política migratoria de 'pies secos y pies mojados' no entre en vigor hasta que el Congreso estadounidense lo haga oficial, aunque Obama dijo en una nota diplomática divulgada por la Casa Blanca que la decisión tiene efecto inmediato.
En enero y febrero del año pasado, México permitió el libre tránsito de miles de cubanos que estuvieron varados durante meses en Costa Rica y Panamá, después de que Nicaragua les cerrara el paso en 2015.
El Gobierno de México trasladó de la frontera sur a la del norte a un total de 6 mil 300 cubanos, entre ellos menores y mujeres embarazadas, de acuerdo con un balance divulgado por el INM en marzo del año pasado.
La ley "pies secos y pies mojados" establecía que los migrantes cubanos interceptados en el mar fueran devueltos a su país, pero los que llegaban a tierra firme, aún sin ningún tipo de visado, podían permanecer y beneficiarse de mecanismos agilizados para obtener la residencia permanente.