Ocho personas murieron este sábado en bombardeos contra una localidad en manos de los rebeldes en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Los ataques tuvieron lugar en la ciudad de Maarat Masrin y la mayoría de los muertos eran civiles, según el Observatorio.
Los decesos se produjeron después de los de tres civiles, incluido un niño, en bombardeos en una localidad cercana, Orum Al Joz, el viernes por la noche, indicó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
El responsable dijo que los bombardeos fueron llevados a cabo por la fuerza aérea rusa o siria.
La coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos también ha realizado bombardeos en la provincia de Idlib en las últimas semanas.
El Observatorio afirma determinar quién está detrás de los bombardeos en función del tipo de aviones, la localización, los patrones de vuelo y las municiones utilizadas.
El ataque tuvo lugar a pesar del alto el fuego decretado el 30 de diciembre, impulsado por Rusia y Turquía, aliados de Siria y de los rebeldes respectivamente.
Quedan excluidos de la tregua el grupo Fateh Al Sham, antigua rama de Al Qaida, y su rival yihadista, el grupo Estado Islámico.
La provincia de Idlib está en gran parte controlada por alianzas rebeldes conocidas como Ejército de Conquista, dominado por Fateh Al Sham.
A pesar del alto el fuego, también se produjeron combates recientemente en la región de Wadi Barada, en manos de los rebeldes, al noroeste de Damasco, donde se encuentra la principal fuente de abastecimiento de agua de la capital.
Aun así, los rebeldes y el régimen llegaron a un acuerdo el viernes para que los insurgentes se retiraran y que trabajadores sirios entrasen en la zona para reparar las bombas de agua, dañadas desde el 22 de diciembre.
El área estaba en calma el sábado, según el Observatorio.
Según Naciones Unidas, 5,5 millones de personas, residentes en Damasco y en su periferia, se han visto afectadas por los cortes de agua.