Las conversaciones de paz en Siria entre emisarios del presidente Bashar al-Ásad y representantes de los rebeldes empezaron este lunes en Astaná, capital de Kazajistán, pese a la negativa de último minuto de los rebeldes a negociar cara a cara con el régimen.
La primera sesión fue abierta por el ministro kazajo de Relaciones Exteriores, Kairat Abdrajmanov, ante las dos delegaciones reunidas en una misma sala en torno a una gran mesa circular en el hotel Rixos.
"Este encuentro es una demostración flagrante de los esfuerzos de la comunidad internacional hacia una solución pacífica de la situación en Siria", afirmó Abdrajmanov al leer una declaración del presidente kazajo Nursultan Nazarbaïev.
"El único camino para solucionar esta situación en Siria debe ser el de las negociaciones, basada en la confianza y comprensión mutuas".
Poco antes del inicio de la reunión, los rebeldes sirios dijeron a la AFP que se negaban a negociar directamente con los emisarios del presidente Bashar al Asad.
"La primera sesión de negociaciones no será cara a cara dado que el gobierno no ha respetado hasta ahora lo que firmó el 30 de diciembre", declaró el portavoz de la delegación rebelde Yehya al Aridi en referencia al frágil alto el fuego en Siria apadrinado por Rusia y Turquía.
Los rebeldes reprochan principalmente a las fuerzas gubernamentales el seguir adelante con los combates en Wadi Barada, una zona al norte de Damasco clave para el abastecimiento de agua de la capital siria.
Durante la noche se registraron combates en ese lugar, así como en la región en torno a Damasco, donde el ejército sirio reanudó el asedio de Madaya, ciudad bajo control rebelde cercana a la frontera con Líbano, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).